Más de un tercio de los adultos con dermatitis atópica leve, moderada y grave tienen dificultades para hacer frente al impacto de los brotes en su salud mental y en su vida cotidiana. Así lo señala una encuesta internacional desarrollada por Lilly con motivo del Día Mundial de la Dermatitis Atópica.
En España, la dermatitis atópica tiene una prevalencia de entre el 5 y el 20 por ciento, según datos de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).
La encuesta ha contado con 2. 100 personas con una media de 19 años, de las cuales un 44 por ciento ha declarado que la dermatitis atópica genera un impacto en su salud mental. En esta línea, la encuesta también ha desvelado que un 37 por ciento tiene dificultades para dormir y el 26 por ciento asocia la enfermedad con depresión.
Por otro lado, un 36 por ciento de pacientes manifiesta tener dificultades a la hora de realizar tareas cotidianas y el 26 por ciento tiene problemas de intimidad con su pareja.
Además, el 31 por ciento de los encuestados considera que su tratamiento actual les beneficia poco o nada y el 75 por ciento no ha mantenido una conversación detallada con un profesional sanitario sobre sus objetivos de tratamiento. En esta línea, los objetivos del tratamiento más importantes para los encuestados son no tener picor (86 por ciento), mejorar la apariencia de la piel rápidamente (84 por ciento) y recuperar el control de la enfermedad (82 por ciento).
Relación médico-paciente
Los resultados de la encuesta han sido publicados coincidiendo con el programa GOALS, en colaboración con la Asociación de Afectados por Dermatitis Atópica (AADA).
“Cuando la dermatitis atópica interfiere en tus relaciones personales, tu trabajo o tu rutina, es importante establecer una relación de confianza con un profesional de la salud, para poder hablar con sinceridad sobre su impacto más allá de los síntomas físicos”, asegura África Luca de Tena, responsable de comunicación de AADA.
Por su parte, Esther Serra Baldrich, experta en dermatitis atópica y dermatóloga en el hospital de la Santa Creu y San Pau de Barcelona, afirma que “la dermatitis atópica moderada-grave tiene un gran impacto en la vida de los pacientes ya que no solamente sufren una dermatitis visible sino que se acompaña de prurito incoercible, falta de sueño, dolor cutáneo y un alto desgaste personal. Asimismo es una enfermedad que ocasiona un importante gasto económico directo e indirecto”.