Según los expertos, los errores más habituales son asociar trastorno mental a conductas violentas imprevisibles y el trato condescendiente o desajustado.
Las intervenciones profesionales deben basarse en el respeto a los derechos y evitar aumentar el sufrimiento de personas en situaciones muy vulnerables.
Fundación Manantial y la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior desarrollan una actividad formativa sobre la intervención con personas con problemas de salud mental dirigida a profesionales de la Policía Nacional, la Guardia Civil y Policía Municipal de Madrid.
“Las principales pautas para abordar situaciones con personas con problemas de salud mental en el contexto policial son hacer énfasis en un acercamiento más comprensivo y menos estigmatizante, y mejorar la empatía y la escucha atenta”, recomienda Francisco González Aguado, psiquiatra del Centro de Salud Mental del Distrito Salamanca de Madrid y docente del Taller de intervención policial con personas con trastorno mental, organizado recientemente por Fundación Manantial y el Gabinete de Coordinación y Estudios de la Secretaría de Estado de Seguridad.
Esta actividad formativa, que ya ha celebrado once ediciones, está dirigida a agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil, así como de la Policía Municipal del Madrid, Cuerpos con los que “Fundación Manantial, a través de la Secretaría de Estado de Seguridad, siempre ha tenido un fuerte compromiso en el ámbito formativo, una de las herramientas más potentes de cambio, transformación, y capacitación de otros colectivos profesionales, siempre redundando en el bienestar de la población con la que trabajamos”, destaca Mónica Contreras, directora de Recursos Humanos de Fundación Manantial.
El objetivo del curso es facilitar a los agentes policiales una formación actualizada y práctica sobre la intervención con personas con problemas de salud mental durante una actuación policial, así como sensibilizar contra el estigma del trastorno mental y acercarles a las necesidades de esta población para conseguir intervenciones más ajustadas.
“El curso pretende mejorar la capacitación técnica de los asistentes para que reorienten el trato, la comunicación y las expectativas que dirigen sobre las personas con las que intervienen. En las últimas décadas se ha introducido una perspectiva nueva en el modo de entender y practicar la asistencia psiquiátrica, que requiere que todos los profesionales, sean del campo que sean, se impliquen en la revisión sistemática y actualizada de sus procedimientos para adaptarlos de manera continuada a las necesidades de seguridad y calidad reclamadas por las organizaciones de pacientes y familias”, comenta Mónica Contreras.
Reflexión contra estigmas y errores
Según González Aguado, “lo que garantiza un trato más respetuoso y, por lo tanto, más centrado en los derechos fundamentales es hacer una escucha basada en la ética y en la comprensión”. En base a su experiencia, uno de los estigmas que es prioritario eliminar es que los problemas de salud mental están asociados a conductas violentas imprevisibles. “También es importante huir de la condescendencia burlona y cruel”, recalca.
“En muchas ocasiones, las intervenciones atentan gravemente contra los derechos de las personas en situación de vulnerabilidad y sufrimiento, aumentando su dolor y su trauma”, señala el psiquiatra. Y añade: “Estas actitudes erróneas no solo aparecen en los profesionales de la seguridad, sino en muchos otros estamentos, empezando por los propios sanitarios. Es de agradecer que haya foros para reflexionar sobre lo que hacemos y cómo escuchamos”.
La directora de RRHH de Fundación Manantial concluye: “Estamos valorando la posibilidad de incluir algunas novedades en próximas ediciones. La relación con la Secretaría de Estado del Ministerio del Interior está consolidada a través del Gabinete de Coordinación y Estudios y es nuestra intención continuar desarrollando colaboraciones. No en vano, fuimos galardonados con la medalla de la cruz blanca al Mérito Policial que otorga el Ministerio del Interior, a propuesta de la Dirección General de la Policía como reconocimiento a esta labor de colaboración formativa con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
