Una nueva investigación señala que el consumo diario de al menos la mitad de una ración de alimentos ricos en flavonoides (como fresas, naranjas, pimientos y manzanas) puede ayudar a disminuir el riesgo de deterioro cognitivo relacionado con la edad.
Entre los diferentes tipos de flavonoides, las flavonas (presentes en algunas especias y frutas amarillas o naranjas y vegetales) y las antocianinas (presentes en arándanos, moras y cerezas) parecen tener el efecto más protector, informaron los investigadores.
"Cada vez hay más datos que indican que los flavonoides son las centrales energéticas en lo que respecta a prevenir el deterioro de las habilidades cognitivas a medida que se envejece", declaró el investigador del estudio, Dr. Walter Willett, doctor en salud pública de la Universidad de Harvard, en Boston, Estados Unidos.
"Los resultados son muy interesantes porque demuestran que hacer cambios simples en la dieta podría ayudar a prevenir el deterioro cognitivo", destacó el Dr. Willett.
Golpe antioxidante
Los flavonoides, fitoquímicos naturales que se encuentran en plantas son fuertes antioxidantes. Considerando la probable función del estrés oxidativo en el deterioro cognitivo relacionado con la edad, se han propuesto los flavonoides como elementos de potencial importancia preventiva.
Para el estudio, el Dr. Willett y sus colaboradores analizaron de forma prospectiva asociaciones entre el consumo de flavonoides alimentarios a largo plazo (flavonoides, flavonas, flavanonas, flavan-3-oles, antocianinas, flavonoides poliméricos y proantocianinas) y el deterioro cognitivo subjetivo en 49.493 mujeres del Nurses' Health Study (1984-2006) y 27.842 hombres del Health Professionals Follow-up Study (1986-2002).
Los pacientes del quintil más alto de consumo de flavonoide consumían alrededor de 600 mg al día en promedio, mientras que los del quintil más bajo solo obtenían alrededor de 150 mg al día.
Después de ajustar edad, ingesta energética total, factores no alimentarios importantes y factores dietéticos específicos, una mayor ingesta de flavonoides totales se asoció con menos probabilidad de deterioro cognitivo subjetivo autonotificado durante el seguimiento.
Los individuos del quintil más alto de consumo diario tuvieron una reducción de aproximadamente del 20 % del riesgo de deterioro cognitivo subjetivo, en comparación con sus compañeros del quintil más bajo (odds radio ajustado [ORa] para múltiples variables combinadas: 0,81; IC 95 %: 0,76 a 0,89).
Se observaron las asociaciones protectoras más potentes para las flavonas (ORa: 0,62; IC 95 %: 0,57 a 0,68), las flavanonas (ORa: 0,64; IC 95 %: 0,58 a 0,68) y las antocianinas (ORa: 0,76; IC 95 %: 0,72 a 0,84) (p < 0,0001 para la tendencia en todos los grupos).
"Las personas en nuestro estudio que mejor lo han hecho a lo largo del tiempo consumían un promedio de por lo menos la mitad de una ración diaria de alimentos como jugo de naranja, naranjas, pimientos, apio, toronjas, jugo de toronja, manzanas y peras", destacó el Dr. Willett.
"Aunque es posible que aquí funcionen otros fitoquímicos, una dieta colorida rica en flavonoides y específicamente flavonas y antocianinas, parece ser una buena apuesta para promover la salud cerebral a largo plazo", añadió.
Una limitación del estudio es que los participantes informaron sobre sus dietas y pueden no haber recordado perfectamente lo que comían o cuánto.
La dieta sana es la mejor apuesta para la salud cerebral
En su comentario para Medscape, Christopher Weber, Ph. D., director de iniciativas de ciencia global de la Asociación del Alzheime, comentó: "Este estudio se suma a nuestra comprensión de qué elementos de una dieta sana pueden ser importantes para reducir el riesgo de demencia; los flavonoides pueden ser uno de tales elementos".
"Sin embargo, a este momento, las personas no deberían basarse tanto en nutrimentos específicos (incluidos los subgrupos de flavonoles) para reducir el riesgo de demencia hasta que se realice más investigación. Más bien deberían enfocarse en consumir una dieta sana en general", indicó a Medscape Noticias Médicas.
"Sería maravilloso que un alimento o suplemento particular retrasara o previniera la enfermedad de Alzheimer, pero no tenemos evidencia científica que respalde tales afirmaciones. Se necesitan estudios clínicos aleatorizados controlados para evaluar si algún alimento o suplemento tiene un efecto beneficioso científicamente demostrado", añadió Weber.
Por ahora, la Asociación del Alzheimer "recomienda a todas las personas consumir una dieta sana y equilibrada como una forma de ayudar a reducir el riesgo de deterioro cognitivo", agregó el especialista.
"En la actualidad hay más de seis millones de estadounidenses que padecen la enfermedad de Alzheimer y otras demencias, por lo que existe una necesidad apremiante de evaluar la eficacia de un régimen de estilo de vida sano para reducir el riesgo de deterioro cognitivo en una población grande y diversa", añadió.
La Asociación de Alzheimer' ha iniciado un estudio clínico de dos años, llamado U.S. POINTER (US Study to Protect Brain Health Through Lifestyle Intervention to Reduce Risk), para hacer justamente eso.
"Mientras investigamos esa 'receta' de estilo de vida definitiva hay cosas que podemos hacer hoy para disminuir nuestro riesgo de deterioro cognitivo a medida que envejecemos. Consumir una dieta sana para el corazón, hacer ejercicio con regularidad y mantener la actividad cognitiva son solo algunas", añadió Weber.
También en su comentario para Medscape Noticias Médicas, Taylor Wallace, Ph. D., profesor adjunto del Departamento de Nutrición y Estudios de Alimentos en la Universidad George Mason, en Fairfax, Estados Unidos, dijo que los resultados del estudio no son sorprendentes.
"Los datos científicos disponibles acerca de la capacidad de los flavonoides para prevenir enfermedades crónicas relacionadas con la edad, incluido el deterioro cognitivo, se han acumulado inmensamente en la última década. Este estudio epidemiológico refuerza los hallazgos de estudios clínicos de duración más breve más pequeños y de estudios mecanicistas", comentó Wallace, quien no intervino en el estudio.
"Los flavonoides muestran gran potencial para reducir la inflamación y el estrés oxidativo en el cuerpo. También son vasodilatadores que ayudan a mejorar el flujo sanguíneo, lo que es importante para los sistemas cardiovascular y cerebrovascular", señaló.
"Típicamente, los alimentos ricos en flavonoides también son densos en nutrientes, en vitaminas, minerales y fibra alimentaria (por ejemplo, frutas y verduras). Durante mucho tiempo se ha sabido que las antocianinas presentes en los arándanos previenen el desarrollo cognitivo que conlleva la edad", manifestó Wallace.
Wallace fue parte de un panel de 14 miembros científicos en nutrición que recientemente analizó la evidencia disponible en torno a la ingesta de frutas y verduras y la salud.
"Nuestros hallazgos son compatibles con este estudio en lo que respecta al deterioro cognitivo y otros estados patológicos. Los vegetales crucíferos, los vegetales de hojas verde oscuro, las frutas cítricas y las bayas de color oscuro parecen tener efectos superiores sobre la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad en general", concluyó Wallace.
Este estudio fue financiado por becas de National Institutes of Health. Los autores y Weber han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente. Wallace es presidente y director ejecutivo de Think Healthy Group, editor de Journal of Dietary Supplements y editor jefe adjunto de Journal of the American College of Nutrition.
