Resumen
La violencia contra la mujer es ampliamente reconocida como una violación de los derechos humanos y un problema de salud pública. En este artículo de series, argumentamos que la violencia contra las mujeres es también un problema público de salud mental prominente, y que los profesionales de la salud mental deben identificar, prevenir y responder a la violencia contra las mujeres de manera más eficaz. Las formas más comunes de violencia contra la mujer son el abuso doméstico y la violencia sexual, y la victimización se asocia con un mayor riesgo de trastorno mental. A pesar de las guías clínicas sobre el papel de los profesionales de la salud mental en la identificación de la violencia contra las mujeres y la respuesta apropiada, persiste una pobre identificación y puede conducir al no compromiso con los servicios y la mala respuesta al tratamiento. Destacamos que se ha hecho poca investigación sobre cómo mejorar la identificación y el tratamiento de las víctimas y los agresores en contacto con los servicios de salud mental, pero que los servicios de salud mental podrían desempeñar un papel importante en la prevención primaria y secundaria de la violencia contra la mujer.
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