El artículo publicado en European Psychiatry se centra en estudiar el burnout en la salud mental de los profesionales, un término que cada vez se utiliza más, sobre todo después de la pandemia de la COVID-19 con la carga de trabajo excesiva que han tenido todos los sanitarios, convirtiéndose en los más vulnerables y afectados.
El burnout es un estado de salud mental y físico de cansancio debido al estrés de la vida profesional, este se da mucho entre profesionales de la salud mental, y tiene un impacto muy negativo en ellos, afectando también al cuidado de sus pacientes.
El estudio publicado ha analizado los factores determinantes para que se produzca este estado, utilizando como población a personas que trabajan en los servicios de salud mental (psicólogos, psiquiatras, enfermeros…) Al acabar el estudio han podido concluir que los factores principales son los individuales y aquellos relacionados con el trabajo; como altas cargas de tareas, mala relación con los compañeros de trabajo, poca sensación de autonomía y falta de claridad en sus funciones.
Por otro lado, se ha visto como a pesar de haber una prevalencia de cansancio emocional de casi un 40% entre los sanitarios que realizaron el estudio, seguían siendo competentes en su trabajo, lo cual sorprende como anteponen el bienestar de los pacientes estando mental y físicamente tan cansados.
Estos datos, nos hacen reflexionar, sobre la importancia de buscar herramientas de prevención e intervención en todos los profesionales que padecen burnout.
Como promover la autonomía profesional, dar más claridad en sus funciones, buenos equipos de trabajo, supervisiones clínicas de calidad y que tengan una satisfacción laboral. Porque ellos son la base de pirámide para que el sistema sanitario funcione, por lo que es esencial que tengan una mejor salud mental y psicológica.