Autor/autores:
Cassidy M. Fry y Lisa M. Gatzke-Kopp
La incapacidad para regular la excitación afectiva en el contexto de la frustración puede poner en peligro la capacidad de los niños para formar amistades exitosas, especialmente cuando se forman nuevos grupos de compañeros durante la transición al jardín de infancia. Si bien la investigación sustancial ha utilizado informes de los maestros sobre e...
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La incapacidad para regular la excitación afectiva en el contexto de la frustración puede poner en peligro la capacidad de los niños para formar amistades exitosas, especialmente cuando se forman nuevos grupos de compañeros durante la transición al jardín de infancia.
Si bien la investigación sustancial ha utilizado informes de los maestros sobre el comportamiento socioemocional de los niños, hay menos evidencia empírica sobre la perspectiva de los compañeros.
El presente estudio utilizó datos de n = 235 niños de kindergarten (54% alto en comportamiento disruptivo) reclutados para una intervención de componentes múltiples.
Examinamos si la reactividad fisiológica a la frustración estaba asociada con el éxito social de los niños. Se utilizaron las nominaciones de los compañeros de gusto o disgusto por jugar con el niño para calcular una puntuación de preferencia social, donde los valores negativos reflejan un mayor rechazo que aceptación.
Se empleó un modelo de crecimiento multinivel para capturar los cambios en la reactividad de la arritmia sinusal respiratoria (RSA) a través de una tarea de control inhibitorio manipulado administrada en 3 bloques, con diferentes algoritmos integrados para inducir el afecto: los puntos se ganaron en el primer y tercer bloque (recompensa) y se perdieron durante el 2do bloque (frustración).
Los grupos no difirieron en la reactividad de RSA durante el primer bloque, pero los niños que experimentan un mayor rechazo de sus compañeros mostraron disminuciones significativas en RSA (aumentos en la excitación) a través de la frustración.
Este aumento de la excitación persistió a lo largo del tercer bloque a pesar del restablecimiento de la recompensa, lo que indica un mayor grado de reactividad y una falta de recuperación en relación con los niños aceptados por los compañeros.
Las evaluaciones de los maestros sobre el comportamiento perturbador solo se alinearon parcialmente con las calificaciones de aceptación de los compañeros, destacando los beneficios de aprovechar el informe de los compañeros para capturar el funcionamiento regulatorio e identificar a los niños para el reclutamiento de la intervención.
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Goldberg y Stephen M. Stahl. Prologo de Alan F. Schatzberg. Durante las últimas cuatro décadas, l...
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