Madrid acogerá el 25, 26 y 27 de enero el II Congreso de Hiperactividad y Déficit de Atención. Sus principales objetivos son orientar a padres y educadores en la detección y tratamiento del Déficit de Atención con o sin hiperactividad (TDAH) y mejorar la situación de los afectados en el entorno educativo para evitar un bajo rendimiento académico y el consecuente fracaso escolar.
En el Congreso multidisciplinar participan los sectores implicados en el TDAH: padres, educadores y profesionales sanitarios. Contará con la intervención de reputados especialistas como Luis Rojas Marcos, catedrático de Psiquiatría y miembro de la Academia de Medicina de Nueva York; Russell A. Barkley, Profesor de Investigación del Departamento de Psiquiatría de la universidad médica The Suny Upstate en Syracuse (Nueva York); Arturo Canalda, Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid y su predecesor en el cargo, Javier Urra, psicólogo de la Fiscalía de Menores de la Comunidad de Madrid.
Durante estos tres días se abordarán múltiples temas relacionados con el Déficit de Atención como su influencia en el comportamiento y en el aprendizaje y se dará voz a los propios afectados y sus familiares, que aportarán sus testimonios en primera persona. También se potenciará el importante papel del profesorado en el tratamiento de los niños con hiperactividad en la escuela.
El congreso está organizado por la Asociación de Niños con Síndrome de Hiperactividad y Déficit de Atención (ANSHDA) y promovido por la Federación Española de Asociaciones de Ayuda al Déficit de atención e Hiperactividad (FEAADAH).
Profesionales sanitarios, miembros de las administraciones públicas, representantes de asociaciones de pacientes, educadores y padres y madres de niños que padecen el Síndrome de Hiperactividad y Déficit de Atención acudirán al Palacio de Congresos de Madrid para asistir a este evento.
El TDAH es un trastorno que afecta al sistema nervioso central y que se manifiesta mediante el aumento de la actividad, la impulsividad y la falta de atención. Aunque los primeros síntomas pueden aparecer antes de los siete años, se diagnostica, generalmente, en los primeros años de la enseñanza primaria, pudiéndose prolongar durante la adolescencia y en la vida adulta, aunque en estas edades los síntomas suelen atenuarse.
Los niños afectados siempre están en movimiento, son incapaces de estar sentados mucho tiempo, son olvidadizos, despistados, inquietos, se distraen con mucha facilidad y con frecuencia pierden el interés por lo que están haciendo en muy poco tiempo.
En España se conoce muy poco sobre el síndrome, y no todos los pacientes afectados reciben un diagnóstico y tratamiento adecuados. Esto provoca en los más pequeños un bajo rendimiento escolar y altas posibilidades de deterioro de sus relaciones sociales, lo que en la edad adulta se puede traducir en problemas laborales, dificultades en las relaciones de pareja, conductas antisociales y otros trastornos psiquiátricos.
Este Congreso ha sido posible gracias al apoyo de Fundación Lilly, Janssen Cilag, Fundación Mapfre, Asisa, Laboratorios Rubió, el Instituto Madrileño del Menor y la Familia, la Comunidad de Madrid, Laboratorios Juste, Fundación Caja Madrid, Caja Laboral, Fundación Educación Activa, Fundación Real Madrid y el Ayuntamiento de Rivas VaciaMadrid.
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