Problemas conceptuales de los diagnósticos de trastorno de personalidad antisocial y trastorno pedófilo

Autor/autores: Ricarda Münch, Henrik Walter y Sabine Müller

Generalmente, las enfermedades son principalmente dañinas para el propio individuo; el daño a otros puede ser o no un efecto secundario de enfermedades (por ejemplo, en el caso de enfermedades infecciosas). Esto también es válido para los trastornos mentales. Sin embargo, tanto la ICD-10 como el DSM-5 contienen dos diagnósticos que se definen principalmente por ...

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Comentarios de los usuarios

Interesante debate abierto en este articulo. En general los trastornos mentales tienen una causa estadistica, son conductas no mayoritarias y ha sido como bien describe este articulo la evolución social la que ha favorecida la salida de algunas de ellas de la lista de trastornos, como las diferentes conductas sexuales. Los médicos solemos patologizar con frecuencia las diferencias muy signicativas estadisticamente que no se adecuan a la cultura y modas sociales imperantes. Podemos decir que el TAP está pasando cada vez mas desapercibido por la adaptabilidad de sus rasgos dominantes al estilo de vida, creencias y valores muy generalizados de la sociedad actual. Todo lo contrario que le ocurre al trastorno pedófilo, donde socialmente está muy perseguido a pesar de estar todos hiperexpuestos a estimulos sexuales. pero dando por hecho que vamos a frenarnos en unos limites al igual que le pasan a los obesos. Dejando toda la responsabilidad a la libertad del individuo sobre su respuesta a estos excesivos estimulos y ademas sin preparar a la población mas vulnerable a protegerse contra esta hiperexposición. La respuesta mas habitual y humana es mirar para otro lado, meterse en el armario, victimizarse, en fin, las mismas respuestas que llevo décadas viendo en las adicciones ahora con y sin sustancias. Aunque eliminemos el T. Pedófilo de la lista de enfermedades, el problema continuaria y solo se afrontaría con medidas penales, mas criminalización, estigmatización...