Autor/autores:
Stéphanie Boutin, Caroline E. Temcheff y Michèle Déry
Aunque conceptualmente diferente de otros problemas de conducta, la agresión indirecta (IA) se correlaciona con la agresión física y está relacionada con el trastorno negativista desafiante y el trastorno de conducta desde la niñez hasta la adolescencia. Así, la AI podría formar parte del cuadro clínico de los niños con problemas de c...
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Aunque conceptualmente diferente de otros problemas de conducta, la agresión indirecta (IA) se correlaciona con la agresión física y está relacionada con el trastorno negativista desafiante y el trastorno de conducta desde la niñez hasta la adolescencia.
Así, la AI podría formar parte del cuadro clínico de los niños con problemas de conducta identificados (PC). Sin embargo, no se han estudiado las trayectorias de IA en niños con PC. En el presente estudio, evaluamos y comparamos la trayectoria media de IA de 7 a 14 años de edad en niños con (n = 328; 47, 6% niñas) y sin (n = 320; 51, 3% niñas) PC temprana clínicamente significativa utilizando ambos calificaciones de padres y maestros. Luego examinamos si los subgrupos de niños se distinguieron por su uso de IA a lo largo del tiempo y probamos las diferencias de sexo.
Los modelos de crecimiento latente mostraron que los niños con parálisis cerebral usaban IA en tasas más altas a lo largo del tiempo que los niños sin parálisis cerebral. Independientemente de esta frecuencia más alta, el uso de IA en ambos grupos de niños se describió mejor mediante trayectorias curvilíneas hacia abajo que alcanzaban su punto máximo a los 10 años de edad. Los modelos de mezcla de crecimiento mostraron que los niños sin PC, según las calificaciones de los padres y maestros, y los niños con PC, según las calificaciones de los padres, ambos siguieron dos trayectorias de IA a lo largo del tiempo, con, respectivamente, del 10% al 14% de ellos siguiendo una trayectoria alta.
En cuanto a las diferencias de sexo, el uso de AI de niños y niñas sin PC no difirió, pero surgieron diferencias para los niños con PC, siendo las niñas que utilizan AI con mayor frecuencia. Se discuten las implicaciones clínicas de los hallazgos.
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