Objetivos
El trastorno bipolar pediátrico (trastorno bipolar que ocurre en niños prepúberes) es un diagnóstico sujeto a controversia considerable. Si bien históricamente se considera muy raro, los defensores desde la década de 1990 han argumentado que la manía puede presentarse de manera diferente en los niños y, como tal, es mucho má...
Objetivos
El trastorno bipolar pediátrico (trastorno bipolar que ocurre en niños prepúberes) es un diagnóstico sujeto a controversia considerable. Si bien históricamente se considera muy raro, los defensores desde la década de 1990 han argumentado que la manía puede presentarse de manera diferente en los niños y, como tal, es mucho más común de lo que se pensaba anteriormente.
Tales propuestas plantean dudas sobre la validez de los fenotipos propuestos y los riesgos potenciales de daño iatrogénico.
Métodos
Examino críticamente la construcción del trastorno bipolar pediátrico utilizando los influyentes criterios de Robins y Guze (1970) para la validez de un diagnóstico psiquiátrico. Reviso, a su vez, la evidencia relativa a su descripción clínica, delimitación de otras condiciones, estudios de seguimiento, estudios familiares, estudios de laboratorio y respuesta al tratamiento.
Resultados
En todos los dominios, la investigación existente destaca desafíos importantes para establecer el diagnóstico. Esto incluye una heterogeneidad significativa en la operacionalización de los criterios para los niños; confiabilidad entre evaluadores variable o deficiente; dificultad para distinguir el trastorno bipolar pediátrico de otras condiciones; grandes diferencias en las tasas de diagnóstico entre los Estados Unidos de América y otros países; evidencia limitada de continuidad con formas adultas; y falta de evidencia para los fenotipos pediátricos propuestos en niños con alto riesgo genético de la afección. Los estudios de laboratorio y tratamiento son limitados, pero tampoco brindan apoyo para la construcción.
Conclusiones
La evidencia de la existencia más extendida del trastorno bipolar pediátrico y sus diversos fenotipos propuestos sigue siendo débil. La popularidad actual del diagnóstico, más evidente en Estados Unidos, puede reflejar presiones sociales y limitaciones más amplias en la nosología psiquiátrica. La incertidumbre en torno al diagnóstico destaca la necesidad de una cuidadosa evaluación longitudinal de los niños potencialmente afectados.
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