MADRID, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -

La evolución de los niños que sufren un trastorno del espectro autista puede mejorar considerablemente mediante intervenciones precoces antes del primer año de vida, según los resultados de un trabajo que se va a presentar en el congreso de la Sociedad Europea de Psiquiatría Infantil y del Adolescente (ESCAP, en sus siglas en inglés) que se celebra a finales de mes en Madrid.

Este hallazgo es fruto de los estudios de investigación realizados por Sally Rogers, profesora en el departamento de Psiquiatría del UC Davis MIND Institute en California (Estados Unidos), en los que participaron padres y bebés de 6 a 12 meses con alto riesgo y muy sintomáticos de padecer este trastorno.

El modelo Early Start Denver Model (ESDM) desarrollado por Rogers ha demostrado ser espectacularmente efectivo en la práctica porque puede ser aplicado por parte de los padres, siempre que hayan adquirido la debida formación y cuenten con el apoyo continuo de los especialistas.

Además de esta ponencia, durante el congreso unos 1.200 profesionales de todo el mundo actualizarán sus conocimientos en tratamientos específicos para diferentes trastornos mentales, tanto desde el abordaje psicoterapéutico como farmacológico.

Entre los principales contenidos transversales del programa científico, destacan las investigaciones realizadas en las etapas tempranas del desarrollo de trastornos como psicosis infantiles y autismo, que repercutirán en el ámbito de la prevención, a través de la identificación de factores de riesgo o marcadores.

Se expondrán además estudios de seguimiento en trastornos afectivos que tratan de identificar la carga genética y los factores ambientales de riesgo en el desarrollo de la depresión infantil, con una aplicación práctica en su prevención.

Por otro lado, también se analizarán posibles mecanismos inflamatorios implicados en el origen de algunos de los trastornos graves de niños, como las psicosis, lo que podría abrir nuevas opciones de tratamiento farmacológico de una enfermedad que tiene un impacto importante en la calidad de vida del niño y su familia.