Según los modelos cognitivos del trastorno de ansiedad social (TAS), tanto el procesamiento anticipatorio como el procesamiento posterior al evento son mecanismos centrales en el mantenimiento del trastorno que conducen a un afrontamiento disfuncional de situaciones sociales a través de la autoevaluación negativa y el aumento de la ansiedad.
Hasta la fecha, se sabe poco sobre...
Según los modelos cognitivos del trastorno de ansiedad social (TAS), tanto el procesamiento anticipatorio como el procesamiento posterior al evento son mecanismos centrales en el mantenimiento del trastorno que conducen a un afrontamiento disfuncional de situaciones sociales a través de la autoevaluación negativa y el aumento de la ansiedad.
Hasta la fecha, se sabe poco sobre estos procesos durante la niñez tardía, un período crítico para el desarrollo del trastorno. Además, no está claro si la rumia disfuncional en los niños se puede alterar mediante intervenciones psicoterapéuticas como la distracción cognitiva. En el estudio actual, los niños de 9 a 13 años con TAS y controles sanos emparejados por edad y sexo (HC, cada uno: n = 30) participaron en una tarea de estrés social de laboratorio experimental mientras se evaluaban el procesamiento anticipatorio, el procesamiento posterior al evento, la ansiedad subjetiva, las autoevaluaciones y la excitación autónoma (nivel de conductancia de la piel). Además, se evaluó el impacto de una breve intervención de distracción cognitiva en el procesamiento posterior al evento. Los niños con TAS informaron un procesamiento anticipatorio y posterior al evento más negativo en comparación con los niños con HC.
Además, el procesamiento anticipatorio negativo se asoció con una mayor ansiedad subjetiva y una reducción de las calificaciones de rendimiento subjetivo durante la tarea de estrés social. A raíz del factor estresante, la distracción condujo a una reducción de la ansiedad subjetiva en el grupo con SAD y una menor excitación autónoma en todos los niños, pero no alteró el procesamiento posterior al evento.
El estudio actual sugiere que tanto el procesamiento anticipatorio como el posterior al evento ya juegan un papel clave en el mantenimiento del TAS en la infancia. Si bien la distracción puede ser beneficiosa para reducir la ansiedad subjetiva prolongada y la excitación autónoma después de situaciones sociales, se necesita más investigación sobre las intervenciones dirigidas a los procesos rumiativos.
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