Los trastornos de personalidad son patrones de conducta que presentan desviaciones clínicamente relevantes de las percepciones, sentimientos y comportamientos en un contexto social concreto.
Este tipo de trastorno incluye los trastornes límite de la personalidad (los más complejos y que generan trastornos esquizoides o histriónicos), los trastornos relacionados con los impulsos (como la ludopatía) y los trastornos de conducta.
Según datos del Ministerio de Sanidad, en 2023 se registraron más de 769.000 trastornos nuevos de la personalidad. Se trata de una cifra que no ha parado de crecer en los últimos años, triplicando sus datos en tan solo ocho años.
Un trastorno común entre hombres jóvenesLos trastornos de personalidad son especialmente prevalentes entre los jóvenes varones de menos de 29 años, con una prevalencia que puede llegar al 15%.
En la edad adulta, estos trastornos se igualan por sexo, con una prevalencia del 5%. En los tramos finales de la vida vuelven a presentar una tasa de incidencia mayor, pudiendo llegar al 9,4% a partir de los 85 años.
La combinación de los genes y el entorno: la principal causa de estos trastornos
Si bien los trastornos de personalidad se pueden manifestar de muchas formas distintas, hay consenso científico en concluir que estos trastornos se deben a una combinación del efecto de la genética y del entorno vivido por la persona.
Los genes hacen que sea más probable desarrollar estos trastornos y el contexto vital y social puede hacer de impulsor. En al ámbito contextual, la carencia de un apoyo familiar, los traumas el maltrato físico o el descuido o maltrato emocional se presentan como factores de riesgo.
La depresión está presente en más del 80% de los casos de trastorno límite de la personalidad
Por su parte, el trastorno límite de la personalidad tiene una estrecha relación con la depresión. Se estima que más del 80% de las personas con este tipo de trastorno también sufren depresión; un porcentaje que se eleva hasta el 96% de los pacientes tienen algún tipo de trastorno del estado de ánimo.
En el caso de los pacientes con trastorno límite de la personalidad, el abordaje de la depresión es más compleja ya que va ligada a su propia personalidad, lo que requiere de equipos multidisciplinarios que trabajen conjuntamente para mejorar los pronósticos a largo plazo.