Los tratamientos para el trastorno del espectro autista incluyen antipsicóticos, antidepresivos, estimulantes, estabilizadores del estado de ánimo, anticonvulsivos, y a menudo, algún tipo de terapia conductual, incluido el análisis aplicado del comportamiento.
En aproximadamente 76% de los casos, el tratamiento involucró la estimulación bitemporal; en 10% fue unilateral; y en 14% el tipo de estimulación no estaba claro.
El Dr. Poulsen señaló que la estimulación unilateral con frecuencia se usa para reducir los eventos adversos. En algunos estudios, la terapia comenzó con estimulación bilateral, y se realizó el cambio a estimulación unilateral si se observaban efectos secundarios.
Los pacientes recibieron de 10 a 156 tratamientos con terapia electroconvulsiva. Las convulsiones inducidas por esta, medidas por electroencefalograma (EEG), tuvieron duración de 26 a 206 segundos.
La mayoría de los estudios evaluó la mejora en los comportamientos de autolesión, la reversión de la catatonia, el regreso a la escuela, y el hecho de involucrarse más en actividades cotidianas, indicó el autor.
Todos los pacientes se beneficiaron del tratamiento con terapia electroconvulsiva. Los investigadores señalan que hubo informes de asistencia escolar para 11 pacientes, los cuales asistieron a clases después de recibir la terapia.
Es difícil "detectar" exactamente qué síntomas mejoró la terapia electroconvulsiva, porque los pacientes tenían muchas enfermedades comórbidas, manifestó el Dr. Poulsen. Sin embargo, la terapia electroconvulsiva libera neurotransmisores, por lo que ayuda a aumentar los niveles de serotonina y dopamina en el cerebro.
"Algunas de estas liberaciones químicas contribuyen a mejorar el estado de ánimo", continuó.
Informó que los tratamientos fueron bien tolerados por los pacientes en los estudios. Los efectos secundarios raros incluyeron fatiga, hambre, y agitación postemergente.
Como con cualquier tratamiento, los beneficios deben valorarse contra los riesgos. Los riesgos de la terapia electroconvulsiva incluyen amnesia y dolor de cabeza retrógrados y anterógrados.
No es "cuestión de magia"
Al solicitar un comentario sobre el estudio para Medscape Noticias Médicas, la Dra. Neera Ghaziuddin, profesora asociada de psiquiatría, de la Sección de Niños y Adolescentes, en la University of Michigan, en Ann Arbor, Estados Unidos, indicó que los hallazgos están de acuerdo con su propia experiencia.
La terapia electroconvulsiva es útil para niños con autismo u otros trastornos del desarrollo que también tienen una afección psiquiátrica, como la depresión.
"No es para el autismo en sí, sino para este trastorno asociado", destacó.
Pero los niños con autismo, así como aquellos con síndrome de Down, u otras discapacidades intelectuales de causa desconocida, tienen alto riesgo de trastornos psiquiátricos.
La Dra. Ghaziuddin y sus colaboradores "realizan bastante terapia electroconvulsiva en personas jóvenes", y han encontrado que es "muy útil".
"No es cuestión de magia. No trata el autismo, y esa es una distinción importante a recordar", puntualizó la especialista.
Pero es un "tratamiento extremadamente valioso para tener disponible" para pacientes jóvenes con autismo con un trastorno grave del estado de ánimo, o catatonia, o para aquellos que tienen comportamientos extremadamente severos, que ponen en peligro la vida, autolesivos, o que presentan trastornos psicóticos.
Su paciente de terapia electroconvulsiva más joven tenía alrededor de 8 años de edad, pero ha dado consultas en pacientes más jóvenes.
"Es realmente la gravedad de la enfermedad, y no la edad, lo que debe ser el factor decisivo", concluyó la Dra. Ghaziuddin .
El Dr. Poulsen ha declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente. La Dra. Ghaziuddin es la autora principal del libro Electroconvulsive Therapy in Children and Adolescents (Oxford University Press, 2013).
