Los fuertes lazos dentro del grupo, facilitados por el favoritismo implícito hacia los miembros del mismo (es decir, el sesgo dentro del grupo), promueven la salud mental a lo largo del desarrollo. Sin embargo, sabemos poco acerca de cómo el desarrollo del sesgo endogrupo está determinado por las experiencias de los primeros años de vida.
Se sabe que la exposició...
Los fuertes lazos dentro del grupo, facilitados por el favoritismo implícito hacia los miembros del mismo (es decir, el sesgo dentro del grupo), promueven la salud mental a lo largo del desarrollo. Sin embargo, sabemos poco acerca de cómo el desarrollo del sesgo endogrupo está determinado por las experiencias de los primeros años de vida.
Se sabe que la exposición a la violencia infantil altera los sesgos del procesamiento de la información social. La exposición a la violencia también puede influir en los procesos de categorización social, incluidos los sesgos dentro del grupo, de manera que influyan en el riesgo de psicopatología.
Examinamos las asociaciones de la exposición a la violencia infantil con la psicopatología y los índices conductuales y neurales de sesgo implícito y explícito para grupos nuevos en niños seguidos longitudinalmente en tres puntos de tiempo desde los 5 a los 10 años (n = 101 al inicio del estudio ; n = 58 en la onda 3).
Para instanciar las afiliaciones dentro y fuera del grupo, los jóvenes se sometieron a un procedimiento de inducción de asignación de grupo mínimo, en el que fueron asignados aleatoriamente a uno de dos grupos. A los jóvenes se les dijo que los miembros de su grupo asignado compartían intereses comunes (dentro del grupo) y los miembros del otro grupo no (fuera del grupo).
En los análisis registrados previamente, la exposición a la violencia se asoció con un sesgo interno implícito más bajo, que a su vez se asoció prospectivamente con síntomas de internalización más altos y medió en la asociación longitudinal entre la exposición a la violencia y los síntomas de internalización.
Durante una tarea de resonancia magnética funcional que examinó las respuestas neuronales mientras clasificaba a los miembros del grupo interno y externo, los niños expuestos a la violencia no exhibieron el acoplamiento funcional negativo entre vmPFC y la amígdala en el grupo interno vs. miembros del grupo externo que se observó en niños sin exposición a la violencia.
El sesgo interno implícito puede representar un mecanismo novedoso que vincula la exposición a la violencia con el desarrollo de síntomas de internalización.
Para acceder al texto completo consulte las características de suscripción de la fuente original:https://link. springer. com/