Uso de pantallas en las comidas: el hábito infantil que se consolida, según la evidencia

Un 54% de los niños de entre 3 y 12 años utiliza pantallas durante las comidas, según un estudio del Grupo Infància i Dieta Mediterrània (INFADIMED).

Los investigadores alertan de que este hábito puede afectar negativamente a la autorregulación alimentaria, fomentar el sedentarismo y aumentar el riesgo de obesidad infantil.

El informe, publicado en Gaceta Sanitaria, analiza los patrones de consumo audiovisual de 2.576 menores escolarizados en 12 centros educativos de Cataluña. La investigación distingue tres grupos de edad: Infantil (3–5 años), Primer ciclo de primaria (6–8 años) y Segundo ciclo de primaria (9–12 años).

A partir de cuestionarios familiares, el estudio evaluó factores como horas de uso diario y en fines de semana, dispositivos empleados, plataformas preferidas y presencia en redes sociales.

Los datos muestran un uso prolongado de pantallas que se intensifica los fines de semana: el 40% de los menores ya dedica una hora diaria en días laborables, mientras que en fin de semana ningún niño consume menos de una hora.

El tiempo de exposición crece con la edad. Entre semana, más de una hora diaria la consumen el 41,2% del grupo Infantil, el 45,5% del primer ciclo y el 60,6% del grupo de mayor edad.

En fines de semana, el 23,5% de los niños de 9 a 12 años supera las tres horas de uso. La televisión continúa siendo el dispositivo más empleado (87,6%), aunque el uso de tabletas, ordenadores y consolas se incrementa de forma notable con la edad. 

En cuanto a preferencias de contenido, YouTube lidera con un 62,3% de usuarios infantiles, por delante de plataformas OTT como Netflix, Disney+ o HBO Max (58,6%). Sin embargo, el uso de YouTube Kids es mínimo (0,9%).

La televisión infantil en abierto queda muy atrás: Clan alcanza el 24% de la muestra, seguido de Boing (21,2%), Disney Channel (19,6%) y Super3 (19,2%). El estudio también detecta una creciente presencia de menores en redes sociales.

En el grupo de 9 a 12 años, el 49,6% utiliza TikTok y el 17,5% Instagram, a pesar de los requisitos de edad mínima establecidos por ambas plataformas.

Los investigadores advierten de que la exposición prolongada a pantallas puede afectar la calidad del sueño por la luz azul, así como influir en procesos cognitivos vinculados a memoria, atención y rendimiento académico.

No obstante, destacan que los dispositivos también pueden convertirse en una herramienta educativa útil si se emplean en entornos seguros y supervisados. En esta línea, el estudio propone crear una plataforma educativa sin publicidad, diseñada por expertos y orientada a mejorar la alfabetización en salud y promover hábitos saludables entre la población infantil.