La terapia electroconvulsiva (TEC), la infusión de ketamina (KI) y la privación total del sueño (TSD) son tratamientos rápidos y eficaces para tratar a pacientes con depresión resistente al tratamiento (TRD).
Sin embargo, no está claro si los tres tratamientos tienen el mismo efecto en la mejoría de los síntomas clínicos y si tienen m...
La terapia electroconvulsiva (TEC), la infusión de ketamina (KI) y la privación total del sueño (TSD) son tratamientos rápidos y eficaces para tratar a pacientes con depresión resistente al tratamiento (TRD).
Sin embargo, no está claro si los tres tratamientos tienen el mismo efecto en la mejoría de los síntomas clínicos y si tienen mecanismos estructurales cerebrales comunes.
Métodos
El estudio actual incluyó a 127 pacientes con TRD y 37 controles sanos, que se obtuvieron del Proyecto de Conectoma de Perturbación de la Depresión Resistente al Tratamiento. Nuestro objetivo era investigar los cambios estructurales cerebrales compartidos y distintos que subyacen a la mejora de los síntomas clínicos entre los tratamientos con ECT, KI y TSD.
Resultados
Los tres tratamientos redujeron significativamente los síntomas depresivos en los pacientes con TRD, pero afectaron de manera diferente a otras mediciones clínicas.
Los resultados de las pruebas de neuroimagen también revelaron que todos los tratamientos con ECT, KI y TSD aumentaron significativamente el volumen de materia gris del caudado izquierdo después del tratamiento en los pacientes con TRD.
Sin embargo, el volumen de materia gris de otras regiones cerebrales, incluido el hipocampo, el parahipocampo, la amígdala, la ínsula, el giro fusiforme y varias áreas occipitales y temporales, aumentó solo después del tratamiento con ECT. Aun así, la línea de base o el cambio del volumen de materia gris no se correlacionó con la mejora de los síntomas depresivos para los tres tratamientos.
Limitaciones
Se necesitaría un tamaño de muestra mayor para validar aún más nuestros hallazgos.
Conclusiones
Los resultados observados en el estudio actual sugirieron que los tratamientos ECT, KI y TSD afectaron de manera diferente las mediciones clínicas y las estructuras cerebrales en pacientes con TRD, aunque todos ellos fueron efectivos en la mejora de los síntomas depresivos, lo que podría facilitar el desarrollo de un protocolo de tratamiento personalizado para esta enfermedad.
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