Noticia |
01/04/2014
PUBLICIDAD
lign="center">
Del diván a la psicoterapia por la red
- Existe una necesidad de cambiar la forma tradicional de las intervenciones psicológicas (el cara a cara paciente-profesional) y potenciar el papel de las nuevas tecnologías).
- Estas nuevas tecnologías de la comunicación aplicadas a la Psiquiatría ahorran tiempo clínico y costes a los sistemas de salud.
- Según la Organización Mundial de la Salud, la depresión será una de las principales causas de discapacidad para el ser humano en 2020.
Vitoria-Gasteiz, marzo de 2014.- Existe una necesidad de cambiar la forma tradicional de aplicar las intervenciones (el cara a cara paciente-profesional) y potenciar el papel de las nuevas tecnologías, como internet, que permite realizar terapias eficaces como la psicoterapia online y ahorrar tiempo clínico y costes a los sistemas de salud.
Este escenario ha sido descrito por Margalida Gili, profesora de la Universidad de Las Islas Baleares, durante su participación en el XXII Curso de Actualización de Psiquiatría de Vitoria-Gasteiz, que reúne hasta este sábado a más de 400 expertos en salud mental para abordar las innovaciones y nuevas estrategias que se emplean en los tratamientos de todas las grandes patologías psiquiátricas como el trastorno depresivo, el trastorno bipolar, TDAH/déficit de atención e hiperactividad, la esquizofrenia, las adicciones o los trastornos de ansiedad.
En lo que respecta a la depresión, la profesora ha centrado su discurso en la situación actual en la que se encuentra el abordaje de esta patología que, según la Organización Mundial de la Salud, será una de las principales causas de discapacidad para el ser humano en 2020, sobre todo en mujeres, a las que afectará el doble.
Los datos epidemiológicos publicados en relación a la prevalencia de los trastornos depresivos, la discapacidad que generan y la comorbilidad tanto médica como psiquiátrica que suponen, han llevado a considerar la depresión como un importante problema de salud pública que requiere de un adecuado diagnóstico y tratamiento.
En este sentido, la profesora ha explicado que las dos intervenciones para la depresión son la farmacoterapia y la psicoterapia, que pueden ser administradas simultáneamente o por separado. A pesar de la evidencia existente de la eficacia, tanto de la farmacoterapia como de la psicoterapia en el tratamiento de la depresión, la prescripción psicofarmacológica sigue siendo, con mucha diferencia, la intervención más utilizada.
En la actualidad se dispone de tratamientos psicológicos que han demostrado ser efectivos para la depresión pero, a diferencia del tratamiento farmacológico, el tiempo y los recursos que implica la aplicación efectiva de las psicoterapias de duración estándar hace difícil la administración de terapias psicológicas. De esta forma, las psicoterapias breves para la depresión son una alternativa que ha demostrado ser eficaz, ha señalado la investigadora.
Estas nuevas intervenciones a las que hace referencia la profesora de la Universidad de Baleares suponen una aproximación más simple y sencilla que las psicoterapias formales, ya que el contacto con los pacientes es más breve que en otras formas de psicoterapia y pueden ser proporcionadas por otros profesionales de la salud (médico de familia, psicólogo o psiquiatra) y utilizar métodos no tradicionales cómo internet o la telefonía móvil. En el caso de la depresión, las intervenciones de baja intensidad se ofrecen a aquellos pacientes que presentan sintomatología depresiva leve o moderada.
El uso de la tecnología (como por ejemplo internet) tiene el potencial de llegar a un número mayor de personas que la terapia tradicional. En los últimos años, los programas de intervención basados en las nuevas tecnologías están contribuyendo de manera significativa a este cambio en el modo de aplicar los tratamientos, mostrando su eficacia en diversos problemas de salud mental incluida la depresión.
Así, la profesora Margalida ha subrayado que estos programas son muy accesibles y pueden estar disponibles en cualquier momento y en diferentes entornos clínicos y otros contextos, y pueden servir también como coadyuvante del tratamiento, liberando tiempo clínico y ahorro de costes o proporcionar un tratamiento más específico adaptado a las necesidades del usuario.
MÁS INVESTIGACIÓN
Margalilda Gili, sin embargo, ha explicado que, aunque son un campo prometedor, también es cierto que muchos pacientes no la siguen o la rechazan. Por ello, es necesario aún investigar mucho más y conocer qué perfil de pacientes podría beneficiarse de este tipo de psicoterapia y que pacientes la rechazarían.