as adicciones comportamentales vinculadas a las apuestas deportivas y el juego de azar, el uso compulsivo de internet y las redes sociales, las compras o los videojuegos han experimentado un crecimiento en toda España.
Es por ello, que desde el Servicio de Psiquiatría del Hospital de Salamanca se lleva a cabo, desde el pasado mes de abril, un programa diseñado para diagnosticar y dar una orientación terapéutica a todo tipo de adicciones sin sustancia.
Lo explican bien Carlos Roncero, jefe del Servicio de Psiquiatría y Ana Álvarez, jefe de la Unidad de Adicciones del Servicio de Psiquiatría, quienes aseguran que esta problemática "constituye un problema de salud mental" que acarrea un gran número de dificultades a nivel sanitario, personal, familiar y social.
Hasta la fecha, un total de 22 personas han sido atendidas en las consultas. De todas ellas, 17 ya han iniciado un tratamiento individualizado para revertir su adicción. "Un 77 por ciento son hombres. En un 82 por ciento de los casos hay otro trastorno mental asociado, sobre todo trastornos depresivos y de ansiedad".
Cabe destacar que la adicción a las compras y al sexo, entre otras, representan el resto de conductas adictivas detectadas y tratadas.
"Es habitual que las personas con adicciones comportamentales durante años se autoengañen pensando que van a poder controlar la conducta a pesar de todos los problemas que van apareciendo y de la presión familiar. Con frecuencia se sienten liberados y aliviados cuando dan el paso de pedir ayuda y de reconocer que tienen un problema y que necesitan ayuda profesional".
-¿Cuándo nace este programa? ¿Por qué?-
"El programa ambulatorio de adicciones comportamentales que ofrece el servicio de psiquiatría del Complejo Hospitalario empezó a funcionar en el mes de abril de este año 2023. Está diseñado para diagnosticar y dar una orientación terapéutica a todo tipo de adicciones sin sustancia, también llamadas adicciones comportamentales o no químicas.
Son adicciones en las que no hay una sustancia psicoactiva (alcohol, tabaco, cocaína, etc?) como base del fenómeno adictivo, sino una conducta que se convierte en patológica en función de la intensidad, frecuencia o cantidad de dinero invertida en ella, y del grado de interferencia en las relaciones familiares, sociales y/o laborales de las personas implicadas. Un hábito de conducta aparentemente inofensivo puede convertirse en adictivo e interferir gravemente en la vida de las personas afectadas.
-¿Son las adicciones comportamentales un problema de salud?-
"Las adicciones comportamentales constituyen un importante problema de salud mental en España que acarrea un gran número de problemas a nivel sanitario, personal, familiar y social.
Desde un punto de vista etiológico, las adicciones comportamentales son un trastorno multicausal, en el que intervienen factores de riesgo ambiental como el género, la edad, el nivel socioeconómico, los estudios, la disponibilidad y oferta de la conducta, etc., factores psicológicos como la impulsividad y búsqueda de sensaciones, el déficit en las estrategias de afrontamiento y solución de conflictos, la comorbilidad con otros trastornos, los déficits y alteraciones neuropsicológicas y también factores biológicos. Sería la interacción entre estos factores lo que favorecería el desarrollo y mantenimiento del trastorno.
Las adicciones comportamentales más frecuentes son el trastorno del juego, sobre todo las máquinas tragaperras, pero también los juegos de apuestas y los videojuegos, los teléfonos móviles, las compras compulsivas, el sexo, internet y las redes sociales".
-¿Qué profesionales atienden este tipo de casos?-
"Como estamos empezando, de forma provisional los recursos, tanto de tiempo como de personal son limitados, contando por el momento con un psicólogo y un psiquiatra, un día a la semana. En el futuro, nos planteamos ampliar el tiempo de dedicación al programa y el tiempo y tipo de profesionales implicados, incluyendo un trabajador social y un terapeuta ocupacional". -¿Cuántas personas acuden a este nuevo programa del Hospital?-"Pueden asistir las personas mayores de edad de la provincia de Salamanca que voluntariamente acepten participar en el proceso diagnóstico y terapéutico. Hasta la fecha, un total de 22 personas se han puesto en contacto con el programa. De todas ellas, 17 ya han iniciado un tratamiento individualizado para revertir su adicción. Un 77 por ciento son hombres.
En un 82 por ciento de los casos hay otro trastorno mental asociado, sobre todo trastornos depresivos y de ansiedad.La asociación de la adicción comportamental con otros trastornos mentales como los trastornos depresivos, de ansiedad, psicosis, el trastorno por déficit de atención y otros, es muy frecuente y esta asociación aumenta la gravedad clínica de ambos trastornos.También es muy elevada la asociación de las adicciones comportamentales con el consumo abusivo de alcohol u otras drogas, es decir con adicciones a sustancias y esta circunstancia también agrava la situación clínica del paciente".
-¿Cuál es la edad más habitual? ¿Adolescentes, adultos...?-
"Todos son mayores de 18 años y llevan varios años de evolución de la conducta adictiva, siendo la edad media de 38 años. Si el diagnóstico precoz de cualquier patología es un elemento fundamental para abordar con éxito su tratamiento, más aún se cumple este principio en el caso de las adicciones comportamentales. Sin embargo, ésta no es la situación habitual y como norma general, llegan al tratamiento después de años de evolución cuando ya se ha producido el deterioro personal, de su patrimonio, de sus relaciones familiares y sociales. Y esto es así porque los problemas de adicciones comportamentales son la adicción invisible, la persona adicta no tiene marcas que lo delaten, no sufre un deterioro de sus facultades que lo ponga en evidencia, no tiene que frecuentar barrios marginales ni lugares específicos para adquirir las substancias que provocan su adicción, la conducta motivo de la adicción está disponible en los lugares donde hacemos nuestra vida cotidiana". -¿Qué tipo de adicciones tienen? Máquinas, juegos, móviles...
-"Lo más frecuente entre nuestros pacientes es la adicción al juego, sobre todo a las máquinas tragaperras, seguido de las compras compulsivas, la adicción al sexo, la adicción al móvil y a los videojuegos. Hace apenas una década, el perfil de una persona ludópata lo era a las tragaperras, mientras que en los últimos años están aumentando los jóvenes adictos al juego online y las apuestas deportivas y esto ya se refleja en nuestras consultas".
-¿Cómo se detecta que tienen un problema de juego?-
"Este tipo de adicciones presentan características clínicas similares a aquellas con sustancia psicoactiva, como la pérdida de control, la excitación excesiva antes de realizar dicha conducta y el alivio en el momento de realizarla. El diagnóstico de las adicciones sin sustancia psicoactiva es fundamentalmente clínico. A todos los pacientes se les realizará una entrevista semiestructurada desarrollada por el equipo y un estudio psicométrico, para evaluar lo más exhaustivamente posible su situación clínica".
-¿Cómo aborda el Hospital esta problemática? ¿Cómo se les ayuda?-
"Tenemos como objetivo facilitar la accesibilidad de los pacientes al programa, que el acceso a la consulta sea rápido y sin necesidad de realizar trámites burocráticos que puedan disuadir al paciente. También la confidencialidad es fundamental para que se sientan seguros. En los casos con adicciones comportamentales derivados al programa de tratamiento se establecerá un plan individualizado de intervención, que incluye, según las necesidades de cada caso, terapia individual y terapia de grupo. Las intervenciones se dirigen a la mejora de competencias personales (asertividad, autonomía, control emocional, resolución de conflictos?) y a la realización de actuaciones de apoyo en los estudios y de programación de actividades alternativas de ocio saludable".
-¿Cuáles son los 'tratamientos'?-
"Las terapias más contrastadas son las de tipo conductual, cognitivo y cognitivo-conductual, así como las terapias de grupo y los grupos de autoayuda que surgen de colectivos de personas rehabilitadas. La terapia de grupo está centrada para que las personas aprendan a manejar impulsos que son incapaces de controlar.
El uso de psicofármacos se reserva para el tratamiento de los trastornos mentales asociados (depresión, ansiedad, psicosis, trastorno por déficit de atención e hiperactividad -TDAH-, etc.), ya que no existe ningún fármaco con indicación específica para las adicciones comportamentales.
Con este programa se plantea crear un modelo de tratamiento integrado y multidisciplinar, que aúne intervención psicofarmacológica y psicoterapéutica, centrada esta última en la intervención grupal cognitivo-conductual que ha mostrado mejoras en la evolución y pronóstico de este tipo de pacientes.
A excepción del juego patológico, en el que la abstinencia absoluta es el objetivo terapéutico final, en otras adicciones sin sustancia (como la adicción a las compras, al sexo, al trabajo o a las nuevas tecnologías) no es posible plantear este objetivo. Se trata de conductas descontroladas pero que resultan necesarias en la vida cotidiana, como ocurre en el caso de trabajar, comer, comprar, practicar sexo, hablar por el móvil, conectarse a la red, etc. El objetivo terapéutico debe centrarse, por tanto, en el reaprendizaje del control de la conducta y el cambio en el estilo de vida, para volver a un uso racional de la conducta problema".
-¿Señales de alerta? ¿En qué condiciones llegan los adictos?-
"De forma similar a las adicciones con sustancias, lo que caracteriza a las comportamentales cuando llegan a la consulta es la pérdida de control sobre la conducta y la dependencia. Muestran desestabilización emocional, decepción, impotencia, baja autoestima, vergüenza o inferioridad.
Si bien es evidente que las distintas adicciones comportamentales son diferentes entre sí, comparten algunas características clínicas, no sólo entre ellas, sino también con las adicciones a sustancias: la tensión o excitación excesivas antes de realizar dicha conducta con sentimientos de urgencia por realizarla, el placer, gratificación o alivio en el momento de realizar la conducta con una reducción de la ansiedad previa y una euforia excesiva como resultado, el descuido de otras actividades importantes, invirtiendo más tiempo del deseado en la conducta adictiva, los sentimientos de vacío cuando se priva de su comportamiento adictivo, los pensamientos continuos sobre la conducta patológica, las mentiras respecto al tiempo o dinero empleado en la misma minimizando el gasto en el caso de la adicción a las compras y del juego patológico, los conflictos familiares, los problemas a nivel social: aislamiento social, problemas económicos e incluso legales.
En algunas adicciones a las nuevas tecnologías (como en el caso de internet o los videojuegos) se habla de efectos físicos y consecuencias fisiológicas como fatiga ocular (ojo seco), migrañas, síndrome del túnel carpiano, problemas musculares y dolores de espalda; incluso epilepsia y cuadros convulsivos. Todo ello en relación con el sedentarismo, el cansancio, el sueño, el agotamiento mental y las alteraciones del sistema inmune".
-¿Cómo es el después de reconocer el problema?-
"Es habitual que las personas con adicciones comportamentales durante años se autoengañen pensando que van a poder controlar la conducta a pesar de todos los problemas que van apareciendo y de la presión familiar. Con frecuencia se sienten liberados y aliviados cuando dan el paso de pedir ayuda y de reconocer que tienen un problema y que necesitan ayuda profesional.
Reconocer que la adicción comportamental es una enfermedad que va a necesitar ayuda profesional y tratamiento, es el primer paso para alcanzar la remisión de la misma.
El tratamiento, como en el caso de las adicciones a sustancias, debe plantearse a largo plazo ya que las adicciones, una vez establecidas, son para toda la vida, siendo el objetivo terapéutico final mantenerse abstinente de droga o del juego o tener la conducta adictiva controlada.
Para finalizar, destacar que la Estrategia Nacional sobre Adicciones 2017-2024 ha incorporado como un nuevo campo en todas las líneas de actuación las adicciones sin sustancia o comportamentales y contempla, como objetivos generales, la disminución de las adicciones sin sustancia, así como de los daños producidos por ellas y el retraso de su edad de inicio. El abordaje de los trastornos del juego debe ir dirigido a su prevención, detección precoz y, cuando sea preciso, tratamiento y rehabilitación de los afectados".