PUBLICIDAD

Me Gusta   0 0 Comentar  0 0

Hambre emocional: como controlar el comer compulsivamente

Fecha Publicación: 09/11/2020
Autor/autores: Alejandro Vera Casas
  Seguir al autor

RESUMEN

Tener una rutina de trabajo estresante, el fin de una relación o incluso el antes de una prueba importante son situaciones que pueden desencadenar una compulsión alimenticia, también conocida como hambre emocional o trastorno de atracones.

¿Alguna vez te has encontrado en una situación como esta?

Un día duro, súper estresante, mil cosas que hacer. Abres una barra de caramelo en un frenesí, casi en trance. "Sólo un pedacito", te dices a ti mismo. Y terminas comiéndote todo el paquete.

Ese momento de placer pasa rápidamente y puede incluso dejarte mal (probablemente lo hará), pero a medida que el chocolate se derrite en tu lengua, ¡ah! todo parece estar bajo control. ¡Esa es la calma antes de la tormenta!

Bueno... En realidad ese es el ojo del huracán.

La situación anterior es un ejemplo de hambre emocional, que es un disfraz de la ansiedad. Significa comer para suplir alguna demanda emocional que no está siendo satisfecha. Y lo peor: dependiendo del "daño", al final añadirá culpa y vergüenza a la mezcla de emociones negativas que ya circulaban por ahí.

 

LO QUE HAY DETRÁS DEL HAMBRE EMOCIONAL


Probablemente se da cuenta de que el hambre emocional es un síntoma de algo más grande.

Lo que hay detrás de esto es la forma en que manejamos nuestros propios sentimientos. Y a menudo oculta el hecho de que no nos cuidamos como deberíamos.

Es fácil caer en una espiral negativa aquí. Cuando sientes una especie de vacío, tratas de llenarlo con comida, te sientes peor..

Puede sonar cursi, pero paciencia: con el hambre emocional, no es el estómago el que necesita comida. Son otras áreas de la vida las que necesitamos alimentar.

 

 

CORTAR EL HAMBRE EMOCIONAL

El primer paso para ello es descubrir las razones que nos llevan a usar la comida como válvula de escape.

La segunda es entender que podemos aprovechar los momentos en los que NO estamos nerviosos en el aire para iniciar una relación más saludable con la comida. Esto crea un impulso y puede protegernos incluso cuando surge el estrés.

El tercer paso es cortar el hambre emocional a nivel bioquímico también.

En lugar de tomar sus dosis de dopamina y endorfinas dealimentos procesados, puedes crear esto internamente con pequeños actos de autocuidado a lo largo del día.

Tanto la dopamina como las endorfinas se liberan después de practicar actividades físicas pero ni siquiera vamos a entrar en eso ahora. Por ahora, sin embargo, es útil preguntar: ¿por qué algunos gimnasios ponen a disposición de los clientes sillas de masaje ?

Si ya has hecho ejercicio después de un período sedentario, cuando COMIENZAS a hacer más ejercicio ayuda a reducir el dolor y favorece el estado de ánimo.

La clave es encontrar una fuente más saludable de las hormonas del placer.

O básicamente cualquier actividad simple que aumente tus niveles de energía:bailar al son de tu música favorita o simplemente salta arriba y abajo como una gacela feliz.
Un efecto secundario es que a) esto puede ser divertido, y b) probablemente te reirás.

Aprender a controlar la compulsión por la comida y a lidiar con el hambre emocional significa encontrar placer en otros tipos de recompensas. Significa sentirse bien de forma duradera.

 


Palabras clave: hambre emocional
Tipo de trabajo: Post/Entrada de Blog
Área temática: Alimentarios, Trastornos alimentarios y de la ingestión de alimentos .

Integra Terapia

Comentarios de los usuarios



No hay ningun comentario, se el primero en comentar

Articulos relacionados