Me interesa aportar para la discusión, la dimensión de la repetición inconsciente en el devenir de un sujeto en condiciones de advenir analizante. La idea en éste empeño, es señalar al Acting, como una de las formas privilegiadas de entrada a un análisis.En el seminario “La Lógica del fantasma”, en particular en las Clases 10 y 11. Lacan argumenta que hay sujeto del inconsciente, sólo si se parte del supuesto de que este es reconocible por su tendencia a la repetición. Resalta también que la repetición conlleva la aspereza del forzamiento y de la compulsión propia del” Más allá del principio del Placer”.
Es decir, no cabe la suposición de sujeto de la repetición inconsciente en la dimensión del Placer. Como son por ejemplo, los regresos a ciertos lugares de esparcimiento o de servicio de comidas, que se eligen por preferencia. En esos casos no estamos en presencia de la repetición en sentido estricto.
Para Lacan, es el sujeto del inconsciente quién repite, y la repetición es su ley constituyente.
La importancia de las clases citadas, radica en cómo la repetición, posibilita la exégesis de la alineación significante, desplegándola bajo dos formas diferentes. Una ligada a la elección necesaria del “no pienso” del Ello, que no abordaremos, y la que nos interesa aquí: la elección forzada, del “no soy” del inconsciente. Permite poner en correlación dos modos del aparecer del sujeto. Como Pasaje al acto en la lógica del Ello del “no pienso” y bajo el modo del Acting del “no soy”, donde queda revelada la posición del inconsciente en el análisis. Tal como nos plantea la analista, no toda demanda de tratamiento deriva a un análisis. Para el caso, no bastó rememorar porque ciño aún más, a los significantes alienados a perpetuarse. Como vimos, “amarretismo y pobrecita” se fueron perfilando como significantes que la habían atado sólo a recordar, pero sin cambio alguno en su posición. Padecer que sabía remitir también a dos muertes. Huellas significantes grabadas a fuego en la fragua de la rememoración. Tal como la edad de 38, que era tanto la edad de su madre al morir, como la suya al consultar. Otro tanto respecto del significante “bolsa” recordado hasta el exceso en la bolsa de orina, la bolsa de fotos de la madre y en la bolsa de dinero. Culpa además, por la complicidad con la madre en su infidelidad.
Muerte, culpa y dinero articulados sin posibilidad de desanudar, por ende solo de rememorar hasta ser escuchados por un analista.
Esta mujer presentó durante meses su padecimiento solo como queja, no dándose lugar a interrogación alguna, y menos a considerar, alguna causa por fuera de su saber conciente y fantasmático. ¿Que hacer para que ésta paciente se detenga a pensar, y pueda salir de la sujeción a los significantes que la alienan? Es decir, como lograr que se implique, y consienta hacia el trabajo del inconsciente.
Allí fue contundente el papel de su angustia, que conmuto goce por deseo. La oportunidad ocurre en lo Real de una hemorragia vaginal, que exigía una intervención quirúrgica urgente. Es entonces que presa de la angustia comunica: …”Vengo a despedirme, se confirmó lo que venía pensando, tengo treinta y ocho años y me voy a morir como mi mamá”...
Del lado del analista, tenemos el deseo de analista, que permitió establecer sesiones diarias en su consultorio, solidificando la transferencia y permitió a la paciente: 1° volverla a escuchar a la analista decir durante la anestesia la frase: …Usted no es su mamá…; y 2° auguró la continuidad del tratamiento en privado. Las intervenciones singulares, a saber: no permitir ser “empaquetada” a través del dinero chico y el trabajo asociativo sobre los significantes “miserable” y “amarretismo” posteriores al acting con la plata, resultaron claves en la ulterior entrada en análisis. Intervenciones destituyentes de su alienación por confrontarla a sus contradicciones más intimas.
Sorprendentemente, fue por la mostración al Otro de algo elidido al Otro bajo la forma patética de los paquetitos de dinero, que alcanza entrada en análisis para restituir historia a la experiencia. Todo parece ocurrir sobre el fundamento del doble bucle temporal de la repetición.
En un 1° movimiento muestra los paquetitos de dinero y en un 2° momento asocia sobre lo mostrado. El mismo mecanismo del doble bucle, ya en análisis, respecto del relato del sueño y el trabajo subsecuente de interpretación. En ambos ejemplos, tenemos al sujeto en su repetición significante.
Es evidente que las distintas operaciones analíticas fueron conduciendo la cura hacia la admisión de su falta en ser y al trabajo del inconsciente. En otras palabras, hacia su deseo.
Simposio del Campo Freudiano
SOBRE ACTING OUT Y PASAJE AL ACTO
Rebeca Hernandez Antón et. al
Fecha Publicación: 28/10/2020