Según los resultados de distintos estudios, la enfermedad física es un factor independiente de riesgo suicida (1,2). En un trabajo realizado en Inglaterra y País de Gales con 1.000 suicidios consumados entre 1968 y 1970, en un 36.3% de los casos existía una enfermedad orgánica relacionada con el acto suicida (referido en Domenech JR, 1997 [1]). Varios son los factores de la enfermedad física que pueden aumentar el riesgo de suicidio: el dolor, la alteración de la imagen corporal, la incapacidad, la pérdida de independencia, el aislamiento social (que se ve favorecido por alteraciones del habla, la movilidad, la audición o la vista)…, o el que se trate de enfermedades severas e irreversibles como es el caso del SIDA o de muchas neoplasias.
Estudio de las tentativas autolíticas atendidas en el Servicio de Urgencias de un hospital comarcal
Belen Morales Franco et. al
Fecha Publicación: 02/05/2024
NO VALE NO HACER NADA
Dia Mundial Para la prevención del suicidio
Fecha Publicación: 08/09/2023
Riesgo suicida en pacientes de enfermedad física evaluados en una unidad de psicología clínica y de la salud en ámbito hospitalario
Eduardo Peris abril et. al
Fecha Publicación: 18/05/2023
La familia después de un suicidio. A propósito de un caso clínico
Carolina García González et. al
Fecha Publicación: 18/05/2023
Una adecuada coordinación entre Atención Primaria y Salud Mental es clave en la prevención de la Conducta Suicida.
Noemi Molina Pérez et. al
Fecha Publicación: 18/05/2023
Revisión de la conducta suicida en el paciente con alcoholismo.
María Isabel Santana Ortiz et. al
Fecha Publicación: 18/05/2023