El eclecticismo es una tendencia que cada vez toma mayor auge en el campo de la psicología clínica, llegando a sobresalir frente al seguimiento de un enfoque terapéutico específico. El presente trabajo tiene como objetivo describir y hacer un análisis crítico de la Terapia Multimodal de Lazarus, la cual se inscribe dentro del denominado eclecticismo técnico.
Si bien este enfoque terapéutico muestra un proceso de apertura y flexibilidad frente a la terapia de conducta tradicional, aborda al ser humano de una forma integral y tiene en cuenta el empleo de técnicas efectivas independientemente del paradigma teórico en el cual se han estructurado, presenta algunos vacíos y problemas, como la falta de una teoría general sistemática que le de coherencia al uso de las técnicas y las contextualice.
Terapia Multimodal de A. Lazarus: Un análisis crítico.
Sergio Tobón+; Ariel Núñez**.
* Universidad de Antioquia
**Universidad de Manizales
PALABRAS CLAVE: Eclecticismo técnico, Terapia multimodal, Terapia psicológica.
Resumen
El eclecticismo es una tendencia que cada vez toma mayor auge en el campo de la psicología clínica, llegando a sobresalir frente al seguimiento de un enfoque terapéutico específico. El presente trabajo tiene como objetivo describir y hacer un análisis crítico de la Terapia Multimodal de Lazarus, la cual se inscribe dentro del denominado eclecticismo técnico. Si bien este enfoque terapéutico muestra un proceso de apertura y flexibilidad frente a la terapia de conducta tradicional, aborda al ser humano de una forma integral y tiene en cuenta el empleo de técnicas efectivas independientemente del paradigma teórico en el cual se han estructurado, presenta algunos vacíos y problemas, como la falta de una teoría general sistemática que le de coherencia al uso de las técnicas y las contextualice.
Introducción
La Terapia Multimodal de A. Lazarus (TM) se inscribe dentro de los enfoques terapéuticos eclécticos. ¿Qué es el eclecticismo? El eclecticismo es el intento por reunir el conocimiento de muchas ciencias o juntar muchas técnicas de diferentes campos para abordar mejor un determinado asunto. Como tal, tiene una larga existencia dentro de la filosofía pues es la opción por la cual han optado muchas personas ante posiciones filosóficas opuestas tales como: materialismo-idealismo, emoción-cognición, alma-cuerpo, etc. En estos casos la solución más común ha consistido en reunir las diversas posiciones y hacerlas concordar, sin buscar una integración como tal.
Aunque es preciso anotar que hay varias definiciones de este término, en general, cuando se habla de eclecticismo en psicología clínica se entiende por tal el no alinearse en un determinado enfoque de evaluación y terapia psicológica, sino estar abierto a la posibilidad de emplear lo mejor de cada uno de los distintos enfoques y escuelas que hay en esta rama para así atender mejor a las necesidades diversas de los pacientes. En este sentido, puede decirse que el eclecticismo es buscar compatibilizar elementos de diferentes enfoques teóricos buscando lo mejor de cada uno de ellos para abordar de una forma más integral los problemas psicológicos, con una posición abierta del terapeuta.
Cada vez crece el número de profesionales de la psicología que se consideran a sí mismos como eclécticos. Este fenómeno comienza a tener un notable impacto, pues la adscripción a un enfoque particular es un fenómeno que disminuye. Sólo hasta la década de los años 70 primaba entre los profesionales de la psicología clínica la tendencia a adherirse a un enfoque único de psicoterapia. A comienzos de la década de los años 80 cerca de un 41 % de los psicólogos clínicos se consideraban como eclécticos, grupo que superaba de forma significativa a quienes se identificaban con un enfoque terapéutico específico. De aquí que la tendencia de la psicología clínica es hacia el eclecticismo, con escasa consideración de las diferencias teóricas y metodológicas que hay entre los diversos enfoques.
El objetivo del presente trabajo consiste en realizar un análisis de uno de los enfoques eclécticos que más posicionamiento ha logrado en el ámbito de la psicología clínica, como es la TM. Inicialmente se establecen los diferentes tipos de eclecticismo, luego se describen las características básicas de la TM y después se exponen una serie de planteamientos críticos.
Tipos de eclecticismo
En el plano académico de la psicología hay dos tendencias en el abordaje del eclecticismo. Por un lado está el eclecticismo teórico que busca reunir las aportaciones teóricas de diversos enfoques psicológicos para lograr una comprensión integral del ser humano. Por el otro lado está el eclecticismo técnico el cual se refiere a la posibilidad de poder emplear técnicas de diferentes enfoques teóricos siempre y cuando sean efectivas (1).
Dentro del eclecticismo teórico se ha buscado tradicionalmente reunir las diferentes teorías explicativas sobre lo psíquico y la psicopatología. Los terapeutas que defienden esta posición plantean que el unir las teorías de dos o más enfoques de psicoterapia posibilita un mejor entendimiento de la psicopatología y del proceso de intervención. Históricamente, el eclecticismo teórico ha buscado unir sobre todo el enfoque conductual con el enfoque psicoanalítico. Desde la década de los años 30 se viene buscando la interrelación y unión de los principios del psicoanálisis con la teoría del condicionamiento (2, 3). Luego, en los años 50, Dollard y Miller (4) siguieron este mismo camino y describieron una teoría unificada de la neurosis y su tratamiento, mediante la reunión de principios psicoanalíticos y conductuales.
En los últimos quince años, el estado de la cuestión con respecto al eclecticismo teórico es como sigue. En primer lugar se ha continuado con el enfoque de Dollard y Miller de integrar el psicoanálisis con el conductismo y quien lo viene haciendo de forma sistemática es Watchel (5), discípulo de ellos, quien además tiene en cuenta también el cognitivismo. También se ha delineado la integración de la psicoterapia desde el marco constructivista con la terapia cognitiva (6, 7). Por último hay que hacer referencia a la propuesta de Héctor Fernández (8), quien intenta integrar los enfoques terapéuticos a partir del procesamiento de la información y del constructivismo, teniendo en cuenta las aportaciones de la psicología dinámica.
El eclecticismo técnico, por su parte, propone unir las técnicas terapéuticas de diversos enfoques, siempre y cuando sean efectivas, independientemente del modelo teórico que las sustenta. Aquí se encuentra la propuesta de Beutler (9, 10), la cual está enfocada a seleccionar el modelo psicoterapéutico para un determinado paciente teniendo como base sus características de personalidad. Sin embargo, es la propuesta de la TM de A.A. Lazarus la que más posicionamiento ha logrado en los últimos años.
Características de la terapia multimodal
Concepto de Terapia Multimodal
La TM ha logrado una gran popularidad debido a su enfoque ecléctico y a la coherencia en el proceso de evaluación e intervención de acuerdo con las necesidades de los pacientes. Debido a esto está dentro de los enfoques terapéuticos que más emplean los profesionales de la psicología en los Estados Unidos. Aunque esta terapia ha buscado mantenerse al margen de una determinada teoría psicológica, Lazarus (11) expresa que se haya ligada sobre todo a la teoría del aprendizaje social, empleando en el proceso de intervención técnicas de diversos enfoques terapéuticos que sean efectivas y pertinentes, más allá de consideraciones de tipo teórico (12).
La TM asume lo psíquico desde la consideración de siete dimensiones interdependientes: biológica, afectiva, sensorial, imaginativa, cognitiva, conductual e interpersonal. La TM no es una nueva escuela o enfoque de terapia, sino un marco de referencia para ayudar en la terapia.
Evaluación y tratamiento
La evaluación se lleva a cabo determinando cómo se encuentra la persona en cada una de las siete dimensiones establecidas (véase Tabla 1). A partir de la evaluación de cada una de estas dimensiones, el profesional de la salud mental determina los principales focos de intervención y acorde con esto selecciona las técnicas más apropiadas, teniendo en cuenta la individualidad del paciente. En la evaluación se emplea el denominado Cuestionario Multimodal de Historia de Vida.
Tabla 1. Dimensiones que se evalúan en la Terapia Multimodal
A partir de los resultados aportados por la evaluación multimodal, el profesional de la salud mental lleva a cabo una selección de técnicas de diferentes enfoques, adaptándolas a las necesidades del paciente. Se parte de la base de que si un paciente, por ejemplo, tiene un problema concreto lo mejor es darle una solución concreta, sin necesidad de complicar la intervención. De esta forma, si el paciente presenta un conflicto existencial, lo mejor es escucharle y ayudarle a que él mismo se aclare. Si en cambio tiene continuos dolores de espalda por tensión, lo más lógico es recomendarle una terapia de relajación. Así mismo, en este marco de referencia se le da gran importancia a que las personas ensayen las técnicas antes de ponerlas en práctica en la realidad, mediante la visualización guiada. Así, la persona se familiariza con el desarrollo de habilidades o de un estado psicológico que no tiene en el momento. Los objetivos de la terapia y las técnicas de intervención se acuerdan con los pacientes en la medida de las posibilidades.
Análisis crítico de la TM
La TM es uno de los enfoques terapéuticos de orientación ecléctica más posicionados en la actualidad. Esto se debe al hecho de que es abierto, flexible y trabaja en diálogo con todos los enfoques terapéuticos tradicionales (psicología humanista, psicoanálisis, terapia de conducta y terapia cognitiva), lo cual le permite al psicólogo clínico enriquecerse en su trabajo profesional con los avances que se producen en el vasto y complejo campo de la terapia psicológica. Así mismo, posibilita que los pacientes sean atendidos de forma integral, pues se tienen en cuenta todas sus necesidades de intervención a partir de una evaluación rigurosa de su funcionamiento psicológico, el cual es el que guía el empleo de una determinada técnica terapéutica. Esto muestra que el enfoque ecléctico de este modo de terapia no consiste en el simple empleo de técnicas efectivas, sino que parte de un análisis riguroso de cada paciente a partir de un modo coherente de evaluación como es el ideográfico, en el cual se determinan los problemas de la persona a partir de siete dimensiones interrelacionadas.
Si bien la TM ha criticado el teoricismo y ha tratado de desligarse de las teorías psicológicas tradicionales, a través de los años ha incorporado la teoría social del aprendizaje. De esta manera, tal teoría en la práctica guía el proceso de evaluación en las siete dimensiones y la búsqueda de interrelaciones entre ellas. Esto hace que el proceso de intervención tenga coherencia.
Sin embargo, a pesar de estas innovaciones y ventajas de la TM, es preciso tener en cuenta que este modo terapéutico integra técnicas de diferentes enfoques terapéuticos cuyos marcos teóricos y epistemológicos son bien diferentes e incluso opuestos entre sí. Debido a que las técnicas son recontextualizadas cuando se emplean en la TM y por consiguiente dejan de ser usadas bajo el paradigma en el cual surgieron, se requiere de un enfoque epistemológico y teórico, coherente y riguroso que permita esto, para lo cual la teoría del aprendizaje social tiene sus límites y esto hace que no pueda sacarse todo el provecho posible del empleo de las técnicas. Por ejemplo, la técnica de la silla vacía se usa en la terapia guestáltica para posibilitar la toma de conciencia del sí mismo. Si esta misma técnica se usa en la TM a partir de unas necesidades identificadas en la dimensión afectiva de un determinado paciente, entonces se requiere de un marco teórico que posibilite conceptuar tales necesidades afectivas y su articulación con la técnica, para lo cual la teoría del aprendizaje social e incluso la terapia de conducta o la terapia cognitiva son insuficientes. En general el enfoque del aprendizaje social y la terapia cognitiva-conductual son insuficientes para conceptuar en la actualidad las siete dimensiones de la TM y posibilitar el establecimiento plenamente coherente de interrelaciones, y así sustentar el empleo de las técnicas con coherencia. La teoría "ideográfica" de la personalidad que Lazarus ha desarrollado para sustentar las siete dimensiones no es lo suficientemente amplia como para dar cuenta de todos los matices de la personalidad y permitir abordar todos los trastornos psicológicos. Esto estaría más bien en el plano de la integración, algo en lo cual todavía la TM no se ha decidido a participar.
Debemos ir haciendo esfuerzos por pasar de forma paulatina del eclecticismo a la integración en la TM. Aquí es importante recordar un comentario de L.S. Vigotsky del año 1927 (13) cuando se refería a la crisis de la psicología: "Los intentos eclécticos de conjugar elementos heterogéneos, de distinta naturaleza y de distintos orígenes científicos, carecen de ese carácter sistemático, de esa sensación de estilo, de esa conexión entre nexos que proporciona el sometimiento de las tesis particulares a una sola idea que ocupa un lugar central en el sistema del que forma parte" (p. 293). Y luego afirma: "La unión acrítica de lo uno y lo otro conduce a una brusca deformación de toda la cuestión" (p. 306). Y esto es a veces uno de los grandes problemas de la TM en la práctica clínica, pues se convierte en la base para que los profesionales de la psicología empleen cuanta técnica se les ocurra para tratar a sus pacientes sin los análisis teóricos y epistemológicos apropiados. Tenemos entonces el reto de abordar con propiedad el campo de la integración teórica, con el fin de que el empleo de las técnicas se haga cada vez con mayor rigurosidad en la TM.
Referencias bibliográficas
1. Lazarus AA. In support of technical eclecticism. Psychological Reports 1967; 21: 415-416.
2. French, TM. Interrelations between psychoanalysis and the experimental work of Pavlov. American Journal of Psychiatry 1933; 89: 1165-1203.
3. Alexander F, Frech TM. Psychoanalytic therapy: Principles and applications. Nueva York: Ronald Press; 1946.
4. Dollard J, Miller NE. Personalidad y psicoterapia. Bilbao: DDB; 1977.
5. Watchel PL. Terapia psicodinámica integradora. En: Linn SJ, Garske JP editores. Psicoterapias contemporáneas. Bilbao: DDB; 1988.
6. Neimeyer RA. Hacia una integración teóricamente progresiva de la psicoterapia: Una contribución constructivista. Revista de Psicoterapia 1992; 3: 23-48.
7. Feixas G, Miró MT. Aproximaciones a la psicoterapia. Paidós: Barcelona; 1993.
8. Fernández H. Fundamentos de un modelo integrativo en psicoterapia, Buenos Aires: Paidós; 1992.
9. Beutler LE. Eclectic psychotherapy: A systematic approach. New York: McGraw-Hill; 1983.
10. Beutler LE. Systematic eclectic psychotherapy. En: Norcross JC editor. Handbook of Eclectic Psychotherapy. New York: Brunner-Mazel; 1986.
11. Lazarus AA. Terapia multimodal. México: IPPEM; 1984.
12. Lazarus AA, Messer SB: ¿Prevalece el caos? Reflexiones sobre el eclecticismo técnico y la integración asimilativa. Revista de psicoterapia 1992; 3: 129-144.
13. Vigotsky LS. Obras Escogidas. Tomo I. Madrid: Visor; 1991.
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