Vivir y convivir con la fibromialgia

RESUMEN

¿Cómo he vivido la fibromialgia? ¿Cómo convivo con ella?

            Son dos preguntas importantes, muy importantes en la práctica, pues el cómo nos sintamos depende del modo de afrontar y gestionar aquello que se nos va presentando en cada momento de nuestra vida. Llevo unos 40 años con esta compañera de camino.       Está tan identificada con mi persona que sin problema la considero parte sustancial de mí. Me ha hecho sufrir mucho y todavía me da la lata, pero he aprendido tanto con ella que hasta le estoy agradecida, creo sinceramente que me ha hecho un poco mejor persona.

            Hubo tres etapas en este proceso que abarcó gran parte de mi vida:

1.      Los pródromos

2.      El brote agudísimo

3.      La recuperación

            Mi propio diagnóstico fue: Dolores que no son más que dolores sin gravedad.

            Fui conociendo mi personalidad ya cristalizada en carácter pues tenía 55 años, todo lo que me había llevado a esa situación. El pensamiento obsesivo, el perfeccionismo, la rigidez, el no saber delegar, el histrionismo …junto a otras actitudes ya dichas.

            Hace ya muchos años que hago una vida normal, activa en todas las facetas, si algo me limita ahora, es más la edad que la fibromialgia.

            Fomentar la paz, la serenidad, la paciencia, el optimismo, la esperanza y el agradecimiento. Sé que debo darme, pero sin llegar a romperme, ya distingo el límite. Teniendo siempre presente en cada circunstancia que “lo mejor es enemigo de lo bueno" y que el EQUILIBRIO en las emociones es la clave del bienestar.

            De esta forma trato de vivir esta tercera etapa con un mantenimiento en la recuperación y prestándome a ayudar en lo que pueda contando mi experiencia a quien me la pide.