La pediatra de Vithas Lérida, María José Agustí, ha advertido sobre "el síndrome de la cara vacía, que ha supuesto un problema entre los adolescentes, que han visto como tras retirar el uso de la mascarilla en espacios interiores, salvo en transportes públicos y centros sanitarios y sociosanitarios, su inseguridad ha aumentado "al volver a mostrarse de nuevo tal y como son".
La experta menciona un informe de la revista especializada 'The Lancet', en la que se informa de que los grupos más afectados, los enfermos crónicos, personas mayores y adolescentes, tienen mayor probabilidad de presentar un síndrome de este tipo en caso de sufrir alguna alteración psicológica, como los perfiles ansiosos, antes de la pandemia.
"Los jóvenes han vivido los dos últimos años con la cara medio tapada, y ahora no cuentan con la protección de la mascarilla, que ayudaba a ocultar características que les acomplejan. El rechazo a mostrar sus rasgos o su expresión facial, y la volubilidad propia del momento que vive el adolescente, con cambios importantes a nivel físico y emocional, supone una dificultad a la hora de razonar con lógica, ya que los complejos con el acné, el vello facial, las ortodoncias son puramente irracionales", ha asegurado Agustí.
Para ello, recomienda comprender los sentimientos de los adolescentes, por lo que insiste en acompañarlos "para que no se sientan forzados a cambiar actitudes que, aun queriendo, no puedan cambiar a corto plazo por sí solos". En este caso, apunta que será necesario concretar unas pautas para abordar esta nueva situación, y que el cambio de hábito "se haga progresivamente y respetando el tiempo que cada adolescente necesita para no causar el efecto contrario.
La seguridad y la confianza son los aspectos que Agustí ha calificado como claves. No obstante, es posible que su reticencia a quitarse la mascarilla puede estar motivada por miedo extremo al contagio, o bien, "motivada por temas emocionales o de aceptación, que permanecen subyacentes en su mente y que en este momento afloran con motivo del descubrimiento de la cara. El abordaje terapéutico será diferente en cada caso".
Por su parte, las redes sociales han supuesto una manera de mostrarse al mundo durante la pandemia, aunque siempre "controlando el detalle para proyectar una imagen lo más perfecta posible de ellos mismos a nivel social". En este sentido, la doctora Agustí aconseja "explicar a los adolescentes que los cánones de belleza socialmente aceptados no deben ser un espejo en el que mirarse, más bien al contrario: cada uno debe aceptarse tal y como es con seguridad y orgullo propio".