Autor/autores:
Gregorio M Fosco, Carlie j. Dloan, Colmillo Shichén...(et.al)
Fondo Este estudio evaluó dos vías de riesgo que pueden explicar los aumentos en los problemas de internalización y externalización de los niños durante la pandemia de COVID-19: Una vía que opera a través de la vulnerabilidad familiar preexistente y una segunda vía que opera a través de la interrupción del funcionamiento famil...
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Este estudio evaluó dos vías de riesgo que pueden explicar los aumentos en los problemas de internalización y externalización de los niños durante la pandemia de COVID-19:
Una vía que opera a través de la vulnerabilidad familiar preexistente y una segunda vía que opera a través de la interrupción del funcionamiento familiar que ocurre en respuesta a la pandemia.
Evaluamos la disrupción familiar y el funcionamiento familiar con medidas de nivel familiar clave y dimensiones de crianza, incluida la cohesión familiar, el conflicto y las rutinas, y la disciplina dura, la disciplina laxa y la calidez de los padres. En todos los modelos, se incluyeron como covariables la angustia emocional de los padres antes de la pandemia, la tensión financiera y la inadaptación infantil.
La muestra incluyó 204 familias, compuesta por padres que tenían hijos ( M Edad = 4, 17; 45, 1% niñas). Los padres ( M Edad = 27, 43) completaron la primera encuesta antes del inicio de COVID-19 en los Estados Unidos, una segunda encuesta después del inicio de COVID-19 en mayo de 2020 y una tercera encuesta dos semanas después.
Los análisis se realizaron en forma de construcción de modelos, primero calculando modelos de ecuaciones estructurales para cada familia y dimensión de crianza por separado, luego avanzando dimensiones significativas en un modelo integrado para los factores a nivel familiar y un segundo modelo para factores de calidad de crianza.
Los resultados brindaron más apoyo a la hipótesis de la ruptura familiar en todas las pruebas.
En el dominio a nivel familiar, las disminuciones en la cohesión familiar y los aumentos en el conflicto familiar predijeron de manera única la inadaptación posterior del niño.
En el dominio de la crianza, los aumentos en la disciplina severa y la disciplina laxa predijeron de manera única la inadaptación posterior del niño. Las rutinas familiares y la calidez de los padres no se asociaron con la adaptación del niño.
Sin embargo, la angustia emocional de los padres antes de la pandemia exhibió una sólida asociación con los problemas de internalización de los niños.
Estos hallazgos indican que los esfuerzos para ayudar a las familias a adaptarse a las condiciones únicas de la pandemia producirán el mayor efecto para el ajuste infantil. Específicamente, las intervenciones deben incluir esfuerzos para ayudar a las familias a mantener la cohesión y manejar los conflictos, y ayudar a los padres a minimizar los aumentos en la disciplina dura y laxa.
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