La depresión es una enfermedad neuropsiquiátrica compleja cuya etiología no se comprende por completo, lo que complica el desarrollo de terapias efectivas. En este contexto, los modelos animales han sido fundamentales para avanzar en nuestra comprensión de la depresión y para el desarrollo de medicamentos antidepresivos.
Uno de los modelos más utilizados ...
La depresión es una enfermedad neuropsiquiátrica compleja cuya etiología no se comprende por completo, lo que complica el desarrollo de terapias efectivas. En este contexto, los modelos animales han sido fundamentales para avanzar en nuestra comprensión de la depresión y para el desarrollo de medicamentos antidepresivos.
Uno de los modelos más utilizados es el modelo de estrés Crónico Moderado e Impredecible (CUMS, por sus siglas en inglés), el cual tiene una validez aparente significativa debido a su capacidad para inducir síntomas centrales de la depresión en humanos, como la anhedonia, la desesperación conductual, la ansiedad, el deterioro cognitivo, y alteraciones en el sueño, la alimentación y el comportamiento social.
La validez de constructo del modelo CUMS se respalda por la desregulación de sistemas neurobiológicos clave involucrados en la depresión. Esto incluye alteraciones en la neurotransmisión monoaminérgica, disfunciones en el eje hipotálamo-hipofisario-suprarrenal, procesos neuroinflamatorios y cambios estructurales en el cerebro.
Además, la validez predictiva del modelo se evidencia a través de la reversión de los déficits inducidos por el CUMS tras el tratamiento con antidepresivos clínicamente efectivos. Entre estos tratamientos se incluyen los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (isrs), los inhibidores de la recaptación de serotonina-norepinefrina (IRSN), los antidepresivos tricíclicos y los inhibidores de la monoaminooxidasa.
Esta revisión proporciona una evaluación exhaustiva de los diferentes fenotipos similares a la depresión que se observan en el modelo CUMS, utilizando diversos paradigmas conductuales. Entre estos se encuentran la prueba de preferencia por la sacarosa, la prueba de natación forzada, la suspensión de la cola, el laberinto elevado en cruz y la prueba de reconocimiento de objetos nuevos.
Además, se exploran los mecanismos neurobiológicos que subyacen a las conductas inducidas por el CUMS, incluyendo vías de señalización que involucran al factor de necrosis tumoral alfa, el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF) y su receptor TrkB, la ciclooxigenasa-2 (COX-2), la glucógeno sintasa quinasa-3 beta (GSK-3β) y la vía de la quinurenina.
En conclusión, esta revisión subraya la importancia del modelo CUMS como una herramienta valiosa y relevante desde el punto de vista de la investigación traslacional.
Al proporcionar una visión integral de su validez, evaluaciones conductuales y fundamentos neurobiológicos, se facilita la comprensión de los mecanismos complejos que subyacen a la depresión y se promueve el desarrollo de intervenciones terapéuticas mejoradas y específicas para este trastorno neuropsiquiátrico debilitante.
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