Un informe del Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (EMCDDA, en sus siglas en inglés) aboga por mejorar la disponibilidad de la naxolona y facilitar su uso como tratamiento frente a las sobredosis por opiáceos, ya que actualmente el 'kit' portátil sólo está disponible en uno de cada tres países de la Unión Europea.
Cada año se registran en Europa entre 6.000 y 8.000 muertes relacionadas con el consumo de drogas, por opiáceos como la heroína, y en muchos casos por sobredosis. Pese a esta incidencia, la naxolona para revertir la depresión respiratoria causada por este consumo ha permitido salvar muchas vidas desde que se aprobara en la década de los 70.
Hasta el punto de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) la ha calificado como 'medicamento esencial' en su versión inyectable, a pesar de que se han desarrollado formulaciones para otras vías de administración como la intranasal.
El informe muestra que muchos casos de sobredosis por opiáceos se dan en presencia de otras personas por lo que, si estuvieran debidamente preparados para actuar en un caso así, podrían salvar a los afectados antes de que lleguen los servicios de urgencias. Para ello, hace años se aprobó el 'kit' personal de uso doméstico para ser utilizado por familiares y cuidadores de drogodependientes.
"Cada vida que se pierde cada día en Europa por una sobredosis de opiáceos es una lastra en nuestros esfuerzos por a pena todos nuestros esfuerzos para mejorar la prevención y respuestas", dice el Director del OEDT Alexis Goosdeel.
Sin embargo, por el momento son pocos países los que han favorecido su uso y sólo Dinamarca, Alemania, Estonia, Irlanda, Italia, Reino Unido y Noruega, además de algunas iniciativas regionales en Cataluña, Escocia o Gales, favorecen su uso entre los drogodependientes.
Una de las barreras que tiene este tratamiento es la normativa de muchos países, ya que la mayoría de autoridades nacionales determinan que su uso está restringido al personal sanitario y a los propios pacientes a los que se prescribe, por lo que legalmente no podría usarlo nadie más, ni siquiera aunque lo hiciera para salvar la vida de quien lo necesite.
Además, en otras legislaciones los casos de sobredosis deben notificarse a la policía, lo que puede hacer que muchos testigos de la misma se nieguen a informar en caso de emergencia. No obstante, en los últimos años este dispositivo de naxolona se ha visto beneficiado de la llamada legislación del "buen samaritano" que se ha puesto en marcha en algunos países como Luxemburgo o Escocia.