Imágenes cerebrales en psiquiatría
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Autor/autores: Chadi G. Abdallah, Sameer A. Sheth, Eric A. Storch...(et.al)
Artículo revisado por nuestra redacción
El 13 de septiembre de 1848, Phineas Gage, un capataz de ferrocarril de 25 años, fue herido por una barra de hierro que le destruyó parte del lóbulo frontal izquierdo, lo que provocó profundos cambios de personalidad. Esta historia ha fascinado a los neurocientíficos y sirvió como base para una gran cantidad de investigaciones de neuroimagen con el objetiv...
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El 13 de septiembre de 1848, Phineas Gage, un capataz de ferrocarril de 25 años, fue herido por una barra de hierro que le destruyó parte del lóbulo frontal izquierdo, lo que provocó profundos cambios de personalidad. Esta historia ha fascinado a los neurocientíficos y sirvió como base para una gran cantidad de investigaciones de neuroimagen con el objetivo de identificar asociaciones entre regiones cerebrales localizadas y trastornos psiquiátricos.
Desafortunadamente, nuestro enfoque en las regiones cerebrales de interés no produjo la revolución de la psiquiatría biológica que el campo esperaba. Han pasado cerca de cinco décadas desde las primeras asociaciones de medidas de imágenes cerebrales con trastornos psiquiátricos, sin embargo, la utilidad de las neuroimágenes en psiquiatría sigue estando limitada principalmente a entornos de investigación, y las neuroimágenes no forman parte del estándar de atención en la clínica ni marcan el camino en la provisión de medicina de precisión.
Una razón potencial del progreso limitado es que la complejidad del comportamiento humano no puede ser capturada por la función de una sola región del cerebro o incluso por un conjunto de regiones del cerebro.
Así como la literatura genética se ha movido en gran medida más allá de los análisis de genes candidatos hacia estudios de asociación de todo el genoma, puede ser hora de que nuestro campo promueva nuevas estrategias analíticas que investiguen el cerebro como un todo en lugar de como una suma de sus partes.
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