Aproximadamente el 3% de la población sufre un primer episodio de psicosis (FEP), y un alto porcentaje de estos pacientes recaen posteriormente. Debido a que el curso clínico posterior a un FEP es difícil de predecir, es de interés identificar marcadores cognitivos y biológicos que ayuden a mejorar el diagnóstico, tratamiento y evolución de dichos e...
Aproximadamente el 3% de la población sufre un primer episodio de psicosis (FEP), y un alto porcentaje de estos pacientes recaen posteriormente. Debido a que el curso clínico posterior a un FEP es difícil de predecir, es de interés identificar marcadores cognitivos y biológicos que ayuden a mejorar el diagnóstico, tratamiento y evolución de dichos eventos y definir nuevas dianas terapéuticas.
Aquí analizamos los niveles de oxitocina y prolactina en plasma durante un FEP, evaluando su correlación con las características clínicas y cognitivas.
Métodos
Se midió la oxitocina y prolactina en plasma en 120 pacientes con FEP y 106 controles sanos, todos los cuales fueron sometidos a una evaluación clínica y neuropsicológica. La mayoría de los pacientes estaban bajo antipsicóticos.
Los análisis estadísticos tuvieron como objetivo identificar factores asociados con la FEP y buscar asociaciones entre las variables. Este estudio es preliminar y exploratorio porque los valores de P no se corrigieron para comparaciones múltiples.
Resultados
Los pacientes con FEP tenían menos oxitocina, más prolactina y un coeficiente intelectual premórbido deficiente, y se desempeñaron peor en la atención sostenida.
Los pacientes varones con niveles más altos de prolactina experimentaron síntomas psicóticos más graves y requirieron dosis más altas de antipsicóticos.
La oxitocina baja se asoció con una atención sostenida deficiente en las mujeres, mientras que la oxitocina baja y la prolactina alta en los hombres se correlacionaron con un mejor desempeño en la atención sostenida.
Conclusión
La oxitocina baja, la prolactina alta y el coeficiente intelectual premórbido bajo y la atención sostenida son factores asociados con un FEP y representan objetivos terapéuticos potenciales en estos pacientes.
Estos factores biológicos y dominios cognitivos podrían desempeñar un papel importante durante un FEP, lo que podría ayudarnos a desarrollar nuevas estrategias que mejoren los resultados de este trastorno y que quizás deberían ser específicas de género.
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