Riesgo de accidente cerebrovascular asociado con risperidona en la demencia con y sin enfermedad cardiovascular comórbida

Antecedentes

La agitación y la agresividad se presentan en hasta la mitad de las personas con demencia a lo largo del curso de la enfermedad. Aunque las intervenciones no farmacológicas son el tratamiento de primera elección —incluyendo técnicas de manejo conductual, apoyo familiar y terapias de estimulación cognitiva—, en casos graves puede ser necesario recurrir a fármacos antipsicóticos para controlar los síntomas.

Sin embargo, uno de los principales efectos adversos de los antipsicóticos en la demencia es el accidente cerebrovascular (ACV o ictus). En particular, el antipsicótico atípico risperidona ha sido vinculado, en estudios preclínicos, con alteraciones en vías biológicas relacionadas con enfermedades cardiovasculares (ECV), lo que podría explicar su asociación con mayor riesgo cerebrovascular.

Objetivos

El propósito de este estudio fue evaluar el riesgo de accidente cerebrovascular asociado con el uso de risperidona en distintos subgrupos de pacientes con demencia, definidos según su historial previo de ictus y de enfermedad cardiovascular.

Método

Se utilizaron datos anónimos de atención primaria del Clinical Practice Research Datalink (CPRD) del Reino Unido, que incluye información médica de millones de pacientes. Se identificaron personas diagnosticadas con demencia a partir de los 65 años, entre 2004 y 2023. El riesgo de accidente cerebrovascular durante un año se comparó entre quienes iniciaron tratamiento con risperidona y un grupo de controles emparejados por puntuación de propensión, equilibrando variables como edad, sexo y comorbilidades. Los análisis se realizaron en subgrupos con y sin antecedentes de ictus o enfermedad cardiovascular.

Resultados

En la cohorte total (28 403 usuarios de risperidona y 136 324 controles), el uso de risperidona se asoció con un aumento significativo del riesgo de ictus (razón de riesgo ajustada: 1, 28; IC 95%: 1, 20–1, 37). Entre los usuarios de risperidona, la tasa de incidencia de ictus fue notablemente más alta en quienes tenían antecedentes previos de ictus (222 por cada 1000 personas-año) y en aquellos con enfermedad cardiovascular (94, 1 por cada 1000 personas-año) en comparación con la cohorte general (53, 3 por cada 1000 personas-año). Las razones de riesgo relativas fueron consistentes entre los distintos subgrupos, oscilando entre 1, 23 y 1, 44.

Conclusiones

Las personas con demencia y antecedentes de enfermedad cardiovascular presentan un riesgo significativamente mayor de sufrir un ictus, y el uso de risperidona agrava aún más este riesgo. Además, este fármaco incrementa el riesgo incluso en pacientes sin antecedentes cardiovasculares.

La cuantificación precisa del riesgo de ictus en diferentes subgrupos puede ayudar a los profesionales de la salud a comunicar mejor los riesgos, mejorar la toma de decisiones clínicas y favorecer un uso más prudente de la risperidona en el manejo de la agitación en la demencia.

Resumen modificado por Cibermedicina

Para acceder al texto completo consulte las características de suscripción de la fuente original:https://psychiatryonline.org/