Autor/autores:
Julian Kubon , Alexander N Sokolov , Rebecca Popp...(et.al)
La última pandemia de COVID-19 revela que los cambios inesperados elevan la depresión que separa a las personas, pero también exigen el intercambio social. Sin embargo, no se comprende bien el impacto de la depresión en la cognición y el funcionamiento social. La evaluación de la cognición social es crucial no solo para una mejor comprensión ...
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La última pandemia de COVID-19 revela que los cambios inesperados elevan la depresión que separa a las personas, pero también exigen el intercambio social. Sin embargo, no se comprende bien el impacto de la depresión en la cognición y el funcionamiento social. La evaluación de la cognición social es crucial no solo para una mejor comprensión del trastorno depresivo mayor (TDM), sino también para la detección, la intervención y la remediación.
Aquí, mediante la aplicación de una nueva herramienta experimental, una tarea de Face-n-Food que comprende un conjunto de imágenes que bordean el estilo Giuseppe Arcimboldo, evaluamos el ajuste facial en pacientes con TDM y controles emparejados persona por persona. El beneficio clave de estas imágenes es que los componentes individuales no activan el procesamiento facial. Contrariamente a las creencias comunes, el resultado indica que las personas con depresión expresan una receptividad facial intacta. Aún, mientras que en la depresión la sensibilidad del rostro está ligada a la organización perceptiva, en el desarrollo típico está ligada a las capacidades de cognición social. El ajuste facial en la depresión, por lo tanto, puede depender de estrategias de comportamiento alteradas y mecanismos cerebrales de suscripción. Para excluir un posible efecto de camuflaje de las habilidades sociales femeninas, examinamos el impacto de género. Ni en la depresión ni en los individuos típicos las mujeres habían sobresalido en la sintonía facial.
El resultado arroja luz sobre los orígenes de la sensibilidad facial y las alteraciones en el funcionamiento social en la depresión y el bienestar mental en general. Es probable que el funcionamiento social aberrante en la depresión sea el resultado de estrategias desadaptativas profundamente arraigadas en lugar de una baja sensibilidad a las señales sociales. Esto tiene implicaciones para el bienestar mental en las actuales condiciones pandémicas.
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