Desórdenes del sueño y trastorno respiratorio del sueño
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Autor/autores: Juan Antonio Lugo Machado
Artículo revisado por nuestra redacción
Los trastornos del sueño comprenden un conjunto de alteraciones que afectan tanto el inicio, el mantenimiento, como la capacidad de alcanzar un sueño reparador. En otras palabras, se trata de condiciones que modifican los patrones normales de descanso, comprometiendo la calidad de vida de quienes los padecen. Su estudio y diagnóstico adecuado son esenciales, ya que un sue&ntil...
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Los trastornos del sueño comprenden un conjunto de alteraciones que afectan tanto el inicio, el mantenimiento, como la capacidad de alcanzar un sueño reparador. En otras palabras, se trata de condiciones que modifican los patrones normales de descanso, comprometiendo la calidad de vida de quienes los padecen. Su estudio y diagnóstico adecuado son esenciales, ya que un sueño insuficiente o ineficaz repercute directamente en el funcionamiento físico, mental, social y emocional de las personas.
Para garantizar un abordaje uniforme, los profesionales de la salud recurren a la Clasificación Internacional de Trastornos del sueño (ICSD, por sus siglas en inglés), la cual proporciona categorías y definiciones estandarizadas que facilitan tanto la investigación como el tratamiento clínico. Esta clasificación incluye numerosos tipos de trastornos, entre ellos:
- Insomnio: dificultad persistente para iniciar o mantener el sueño.
- Trastornos del ritmo circadiano: desajustes en los ciclos sueño-vigilia.
- Parasomnias: conductas anormales durante el sueño, como sonambulismo o terrores nocturnos.
- Hipersonmnias: somnolencia excesiva durante el día.
- Trastornos respiratorios del sueño: caracterizados por episodios de obstrucción de la vía aérea o alteraciones en la respiración.
Dentro de estos últimos, los trastornos respiratorios del sueño destacan como los más frecuentes y clínicamente relevantes. En ellos, el patrón más reconocido es el ronquido durante el sueño, que en muchos casos constituye un signo de apnea obstructiva del sueño (AOS). Esta condición ocurre cuando las vías respiratorias superiores se bloquean repetidamente durante la noche, interrumpiendo la oxigenación y fragmentando el descanso. La AOS no solo provoca somnolencia diurna excesiva y fatiga crónica, sino que también se asocia con un mayor riesgo de hipertensión, enfermedades cardiovasculares, accidentes laborales y de tráfico.
El impacto de los trastornos del sueño no se limita a la esfera médica. También repercute en la vida social, laboral y emocional, generando irritabilidad, dificultades de concentración y disminución en el rendimiento académico o profesional. Además, en el ámbito psicosocial, se ha observado que las alteraciones crónicas del sueño pueden aumentar la vulnerabilidad a trastornos de ansiedad y depresión.
En conclusión, los trastornos del sueño representan un problema de salud pública creciente, dada su alta prevalencia y sus múltiples consecuencias. El reconocimiento temprano de sus manifestaciones, junto con el uso de herramientas diagnósticas estandarizadas como la ICSD, permite a los profesionales de la salud planificar intervenciones oportunas y personalizadas, contribuyendo a mejorar la calidad de vida de los pacientes y a prevenir complicaciones a largo plazo.
Resumen modificado por Cibermedicina
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