El 70 por ciento de los españoles considera que la detección temprana es crucial para tratamientos que puedan ralentizar la enfermedad, según los datos del Estudio Sanitas Conocimiento de los españoles sobre el Alzheimer.
"Detectar de manera precoz el Alzheimer es fundamental para mejorar la calidad de vida de los pacientes y planificar un tratamiento adecuado a sus circunstancias. Esto nos permite intervenir tanto a través de terapias no farmacológicas como con tratamientos farmacológicos, desacelerando así el avance de la enfermedad", ha explica Patricia García Fuertes, médico de la residencia Sanitas Mayores La Moraleja.
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El estudio, realizado a 800 individuos de 18 a 75 años, señala que el 43 por ciento de los españoles conoce a alguien cercano que sufre Alzheimer, bien porque tiene un familiar que lo padece (26%) o porque conoce a algún amigo o familiar de algún amigo que lo padece (17%).
Además, el 56 por ciento de los encuestados opina que se debería ir al neurólogo para hacer un diagnóstico tan pronto como se comienzan a notar los primeros síntomas, entre los que se encuentran la pérdida de memoria, el temblor de manos o la desorientación temporoespacial.
Un 37 por ciento indica que se debería acudir cuando hay antecedentes familiares y un 7 por ciento sólo cuando esos posibles síntomas afecten a la capacidad para realizar actividades cotidianas. Por ello, es importante promover una mayor formación e información sobre esta patología.
LOS CUIDADORES DE LAS PERSONAS CON ALZHEIMER
Poniendo el foco en los cuidados, 2 de cada 3 españoles (64%) creen que son los familiares de los enfermos quienes cuidan mayoritariamente de las personas con Alzheimer. Un 26 por ciento cree que es el personal de las residencias y un 10 por ciento los cuidadores a domicilio.
Por su parte, el 45 por ciento afirma que el mayor desafío al que se enfrentan es el de manejar el estrés y la carga emocional asociada con el cuidado. Le sigue encontrar recursos y apoyo adecuados (36%) y coordinar el cuidado médico y la gestión de los tratamientos (19%).
Esta atención conlleva un gran esfuerzo físico y mental que puede traer consigo fatiga persistente, estrés elevado, problemas de sueño y una sensación de desbordamiento emocional. Por ello, si no se recibe un apoyo adecuado, así como mecanismos de autocuidado, los cuidadores pueden ver deteriorado su estado de salud, lo cual complica sobremanera la tarea de asistir a los mayores", ha destacado la psicóloga y responsable de Terapias no farmacológicas de Sanitas Mayores, Alfonsa Díaz.
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