El fármaco metilfenidato para TDAH mejora síntomas conductuales y normaliza la percepción del dolor

El tratamiento con  metilfenidato  (MPH) para el déficit de atención e hiperactividad (TDAH) no sólo  reduce la sintomatología conductual  sino que también afecta a cómo los pacientes procesan los estímulos sensoriales. Un estudio constata que  mejora el equilibrio y normaliza la percepción del dolor , aunque puede  disminuir la discriminación olfativa .

El estudio está liderado por el Grupo en Genómica y Bioinformática del Centro Singular de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas de la Universidad de Santiago de Compostela (Cimus) y dos grupos del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela (IDIS).

Se publicará en Journal of Psychiatric Research el próximo mes de octubre, pero ya está disponible en línea. Se trata de una  revisión sistemática de estudios europeos , en la que se analizaron cerca de  600 publicaciones .

Esta colaboración entre grupos surgió gracias a un trabajo universitario cuyo objetivo era analizar la prevalencia de alteraciones en el procesamiento sensorial en los niños y adolescentes con diagnóstico de TDAH así como la personalización del tratamiento farmacológico.

Aunque no es un criterio de diagnóstico, la literatura científica y los profesionales clínicos indican que  las dificultades en el procesamiento sensorial son muy comunes en los pacientes con TDAH  y que se manifiestan de forma muy heterogénea.

Esta alteraciones impacta en la calidad de vida, en el rendimiento académico y en las relaciones sociales, como explica  Montse Fernández Prieto , coordinadora del Grupo de Investigación en Cognición, Neurodesarrollo y Género (CogniGeND): “Realmente, no es fácil atender en clase, mantener una conversación con alguien o jugar con tus compañeros si los sonidos ambientales te resultan abrumadores, o al contrario, necesitas más preparación que el resto, o si tienes problemas de equilibrio”.

Los resultados confirman que el metilfenidato, que es el fármaco más utilizado para tratar el TDAH,  impacta en el equilibrio, mejorando el control postural y la estabilidad corporal . Con respecto al dolor, permite una percepción del mismo más ajustada frente a aquellas personas no tratadas, que tienden a sentir menos dolor de lo habitual. Y en lo que se refiere al olfato, se observa una peor discriminación de los olores.

Metabolismo de la dopaminaEs difícil conocer todos los mecanismos de acción de un fármaco, por lo que las hipótesis son diversas. “A grandes rasgos, se puede decir que el procesamiento de algunas modalidades sensoriales y las vías fisiológicas del TDAH incluyen el metabolismo de la dopamina en áreas cerebrales comunes.

El metilfenidato afecta al cerebro aumentando la cantidad de dopamina disponible para las neuronas”, señala  Olalla Maroñas Amigo , coordinadora del Grupo de Farmacogenética (GenDeM).

El hecho de que el metilfenidato pueda ayudar a normalizar en cierta medida la percepción y sensibilidad a los estímulos puede incrementar la calidad de vida en general y ayudar a las personas con TDAH a ser más receptivos a las terapias clínicas. “Estos hallazgos nos recuerdan que  los tratamientos influyen en la conducta y en cómo las personas con TDAH tratadas con MPH interpretan el mundo que los rodea . Comprender estos cambios es clave para mejorar su calidad de vida”, insiste Prieto.

Medicina personalizada

Por otra parte, la investigación ha comprobado que la literatura sobre el procesamiento sensorial en TDAH y, concretamente, sobre biomarcadores farmacogenéticos de respuesta a fármacos, es limitada y los resultados son dispares.

Según Olalla Maroñas, el estudio subraya su  potencial para adaptar la medicación a las características individuales : “Desde el punto de vista de la respuesta a fármacos, aunque existen biomarcadores farmacogenéticos que se asocian con la respuesta al metilfenidato, ninguno se ha relacionado con alteraciones en el perfil sensorial, los cual, lejos de ser una limitación, sirve como un valioso impulso para iniciar y avanzar en una nueva y prometedora área de investigación  centrada en  biomarcadores de respuesta sensorial ”.

En los hospitales gallegos ya es una realidad adaptar ciertos medicamentos al perfil farmacogenético del paciente. Para metilfenidato queda por descubrir qué  regiones en el ADN permiten optimizar los efectos terapéuticos y minimizar los efectos secundarios : “En eso estamos trabajando, en el desarrollo de una medicina más personalizada en el abordaje del TDAH”.