Las características del temperamento de los niños en edad preescolar están asociadas con el desarrollo a largo plazo de los niños. Dichos vínculos subrayan la importancia de comprender los factores que dan forma al temperamento durante el preescolar.
Este es el primer estudio que examina las fuentes genéticas y ambientales del crecimiento del desarrollo e...
Las características del temperamento de los niños en edad preescolar están asociadas con el desarrollo a largo plazo de los niños. Dichos vínculos subrayan la importancia de comprender los factores que dan forma al temperamento durante el preescolar.
Este es el primer estudio que examina las fuentes genéticas y ambientales del crecimiento del desarrollo en tres dimensiones del temperamento: urgencia, afectividad negativa y control esforzado, durante el período preescolar.
Métodos
Se utilizó un modelo biométrico de curva de crecimiento latente para examinar las contribuciones ambientales genéticas, compartidas y no compartidas al nivel invariable y al crecimiento del desarrollo del temperamento, utilizando una muestra de 310 pares de gemelos del mismo sexo (MZ = 123, DZ = 187) evaluados en 3 , 4 y 5 años de edad. El temperamento se evaluó utilizando el informe del cuidador principal en el cuestionario de Comportamiento Infantil-Forma Corta.
Resultados
Las tres dimensiones del temperamento demostraron aumentos lineales entre las edades de 3 a 5 años. Los niveles invariantes de las tres dimensiones del temperamento fueron explicados por factores ambientales genéticos y no compartidos.
El crecimiento de la urgencia se explica en su totalidad por factores ambientales no compartidos, mientras que el crecimiento de la afectividad negativa se explica principalmente por factores genéticos.
El crecimiento en el control esforzado se explicó por factores ambientales genéticos y no compartidos, aunque ninguno fue significativo debido a grandes errores estándar de arranque. Para la afectividad negativa y el control esforzado, los factores genéticos que contribuyeron al crecimiento del desarrollo fueron independientes de los asociados con sus niveles invariantes.
Conclusiones
Colectivamente, estos hallazgos indican que tanto los factores ambientales genéticos como los no compartidos juegan un papel importante en los niveles invariantes del temperamento.
Los hallazgos también otorgan un papel fundamental al entorno no compartido de los niños en el desarrollo de la urgencia y, en menor medida, de la afectividad negativa y el control esforzado.
También es notable que los efectos genéticos novedosos contribuyen al crecimiento del desarrollo en la afectividad negativa y el control esforzado a medida que los niños crecen, lo que enfatiza la importancia de integrar modelos de desarrollo en la investigación genética.
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