Melatonina y su papel en el tratamiento del insomnio: fisiología, farmacología y evidencia clínica
La melatonina es la principal hormona implicada en la regulación del ritmo circadiano, modulando la oscilación entre los estados de sueño y vigilia. Su síntesis y liberación están controladas por el núcleo supraquiasmático ...
Melatonina y su papel en el tratamiento del insomnio: fisiología, farmacología y evidencia clínica
La melatonina es la principal hormona implicada en la regulación del ritmo circadiano, modulando la oscilación entre los estados de sueño y vigilia. Su síntesis y liberación están controladas por el núcleo supraquiasmático del hipotálamo en respuesta a la exposición a la luz y la oscuridad, desempeñando un papel fundamental en la sincronización del ciclo sueño-vigilia. Dado que la melatonina puede ser sintetizada artificialmente y administrada por vía oral, ha despertado un gran interés como tratamiento potencial para una de las patologías más prevalentes en la población general: el insomnio.
Melatonina y envejecimiento: una posible relación con los trastornos del sueño
Se ha observado que la producción de melatonina disminuye progresivamente con la edad, lo que se ha relacionado con un aumento en la prevalencia de trastornos del sueño en personas mayores. Esta correlación ha llevado a plantear la hipótesis de que el déficit de melatonina podría ser, al menos en parte, responsable de la pérdida de calidad del sueño con el envejecimiento. Bajo esta premisa, la suplementación exógena con melatonina ha sido considerada una estrategia natural para restaurar los patrones de sueño deteriorados. La idea de "reparar" el déficit de melatonina mediante su administración oral resulta atractiva desde un punto de vista teórico. Sin embargo, la evidencia científica que respalda su efectividad clínica sigue siendo limitada, lo que ha generado un debate sobre su verdadero papel en el tratamiento del insomnio.
Administración exógena de melatonina: desafíos farmacológicos
A pesar del creciente uso de la melatonina como suplemento para mejorar el sueño, aún existen diversas incógnitas farmacológicas en torno a su administración:
- Dosis óptima: No se han establecido rangos de dosis universalmente aceptados, y la respuesta a la melatonina puede variar significativamente entre individuos.
- Formulación farmacológica: Existen diferentes preparaciones de melatonina (liberación rápida, prolongada o combinada), y no está claro cuál es la más eficaz para tratar el insomnio en distintos perfiles de pacientes.
- Eficacia y seguridad: Los estudios clínicos han mostrado resultados mixtos, con evidencia moderada de su efectividad en ciertos tipos de insomnio, especialmente en personas mayores y en trastornos del ritmo circadiano, pero con poca evidencia concluyente en la población general.
Conclusión
Aunque la melatonina desempeña un papel crucial en la regulación del sueño, su uso como tratamiento para el insomnio sigue siendo un tema de investigación en desarrollo. Si bien su bajo perfil de efectos adversos y su capacidad para regular los ritmos circadianos la convierten en una opción atractiva, se necesitan más estudios para determinar dosis óptimas, formulaciones adecuadas y poblaciones específicas que realmente se beneficien de su uso. Hasta entonces, su papel en la terapia del insomnio debe considerarse con precaución y dentro de un enfoque integral del manejo del sueño.
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