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Aunque investigaciones recientes indican que los síntomas sexuales son muy frecuentes en el trastorno de estrés postraumático después del abuso sexual infantil y causan angustia grave, los tratamientos actuales no los abordan ni son efectivos para reducirlos. Esto podría deberse a una falta de comprensión del papel específico de los sí...
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Aunque investigaciones recientes indican que los síntomas sexuales son muy frecuentes en el trastorno de estrés postraumático después del abuso sexual infantil y causan angustia grave, los tratamientos actuales no los abordan ni son efectivos para reducirlos. Esto podría deberse a una falta de comprensión del papel específico de los síntomas sexuales en la psicopatología a menudo compleja y comórbida del trastorno de estrés postraumático que sigue al abuso infantil.
Métodos
Los síntomas postraumáticos, disociativos, depresivos y sexuales se evaluaron en 445 pacientes hospitalizados con trastorno de estrés postraumático después del abuso sexual infantil. La estructura de comorbilidad se analizó mediante una red de correlación parcial con regularización.
Resultados
Un total de 360 pacientes (81%) informaron dificultades para participar en actividades sexuales y 102 pacientes (23%) informaron sufrir de sus preferencias sexuales. Las dificultades para participar en actividades sexuales se relacionaron con síntomas depresivos y de hiperexcitación, mientras que las preferencias sexuales que causan angustia se relacionaron con la ira y la disociación.
La amnesia disociativa, las intrusiones visuales y las reacciones físicas a los recordatorios del trauma fueron de importancia central para la red. La amnesia disociativa, el estado de ánimo deprimido, la falta de energía y las dificultades para participar en actividades sexuales se identificaron como síntomas puente. El análisis de agrupamiento local indicó la no redundancia de los síntomas sexuales.
Conclusiones
Los síntomas sexuales son muy frecuentes en los sobrevivientes de abuso sexual infantil con trastorno de estrés postraumático. Se necesita más investigación sobre el vínculo de las dificultades para participar en actividades sexuales, la depresión y el trastorno de estrés postraumático, así como sobre la asociación de la disociación y las preferencias sexuales que causan angustia.
Los síntomas sexuales requieren consideración en el tratamiento del trastorno de estrés postraumático posterior al abuso sexual infantil.
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