Las intervenciones quirúrgicas para colocar o retirar implantes mamarios y lograr el aumento o reducción de los senos, son procedimientos muy comunes en la cirugía estética. Sin embargo, no todas las intervenciones tienen un final feliz; los pechos mal operados pueden devastar a las pacientes, afectando su bienestar físico y emocional. Reconocer que una operación de pecho no resultó bien es el primer paso para corregir las dificultades que eso pueda provocar y buscar posibles soluciones. Por lo tanto, en este artículo hablaremos de las señales de un aumento de pechos mal hecho, los problemas emocionales asociados y qué hacer cuando ocurre esto.
¿Cuándo se considera que se tienen pechos mal operados?
Se considera que se tienen pechos mal operados cuando el resultado no cumple con las expectativas de la paciente o aparecen problemas funcionales o de salud. En líneas generales, una chica tiene las tetas mal operadas o su mastopexia tuvo malos resultados cuando ocurre lo siguiente:
Hay asimetría en el tamaño o la forma de los pechos: La asimetría es una de las complicaciones más comunes tras una operación de pecho mal hecha. Esto significa que un pecho es más grande o tiene una forma distinta al otro. Puede ocurrir por una mala técnica quirúrgica, falta de comunicación entre la paciente y el cirujano o una mala cicatrización.
Resultado estético poco natural: Otra situación en la que se considera que el pecho recién operado quedó feo es cuando el resultado final no luce natural. Los senos pueden verse excesivamente artificiales, poco proporcionados o las cicatrices resultan más grandes o más visibles de lo esperado. Esto puede deberse a una elección inadecuada del tamaño de los implantes, una mala posición de los mismos o una falta de experiencia por parte del cirujano.
Complicaciones físicas: Otros casos de cirugía plástica mal operada pueden provocar complicaciones físicas, como infecciones, hematomas, contracturas capsulares o incluso la rotura de los implantes. Además, el dolor crónico o la pérdida de sensibilidad en los pechos o pezones pueden ser consecuencias de una técnica quirúrgica deficiente o una recuperación mal gestionada.
¿Qué tipo de problemas emocionales puede provocar unos pechos mal operados?
Muchas mujeres buscan la cirugía de pecho para mejorar su autoimagen y confianza, por lo que los resultados negativos son especialmente difíciles de manejar. En efecto, el impacto emocional de unos pechos mal operados puede llegar a ser muy grande. De hecho, algunos de los problemas emocionales más comunes que ocurren son los siguientes:
Inseguridad y baja autoestima: Si el resultado de la operación de pecho no es el deseado, la paciente puede experimentar una profunda sensación de inseguridad y baja autoestima. Esto ocurre especialmente si siente que su cuerpo no se ve como ella esperaba o si recibe críticas negativas de su entorno.
Vergüenza y aislamiento social: El aspecto de sus pechos puede llevar a la paciente a sentirse avergonzada de su cuerpo y aislarse socialmente. Como resultado evita actividades que antes disfrutaba o no sale de casa por miedo al juicio de los demás.
Trastornos de la imagen corporal: Tener los pechos mal operados puede desencadenar trastornos de la imagen corporal, como la dismorfia corporal. Al percibir su cuerpo de forma distorsionada y obsesiva, la paciente llega a tener incluso pensamientos suicidas.
¿Qué puede hacer la paciente para superar la situación?
Quien se encuentra en la situación de tener el pecho recién operado feo, debe buscar ayuda para superar los problemas emocionales que se generan. Algunas estrategias que pueden ser útiles para paliar la situación son las siguientes:
Comunicarse con el cirujano: En primer lugar, la paciente debe hablar abiertamente con el cirujano que realizó la operación, expresar sus preocupaciones y mostrar claramente cuál era el resultado que esperaba. Probablemente el cirujano podrá ofrecer soluciones para solucionar el problema.
Considerar una cirugía de corrección: En algunos casos, la solución para mejorar un aumento de pechos mal hecho es una cirugía de corrección con otro experto. En clínicas como AGB, un cirujano plástico especializado puede realizar las modificaciones necesarias para obtener un resultado más satisfactorio.
Buscar apoyo psicológico: Además de la intervención quirúrgica para corregir unos pechos mal operados, el apoyo emocional es crucial. Un psicólogo o psiquiatra puede ayudar a la paciente a procesar sus emociones y sentimientos negativos. También es importante que la paciente se rodee de una red de apoyo de familiares y amigos que puedan proporcionar consuelo y comprensión durante este tiempo desafiante.