La investigación de las fortalezas del carácter tiene el potencial de implicar que los jóvenes tienen déficits de carácter o fallas morales que causan su comportamiento problemático. Esto ignora el impacto del contexto, especialmente para los jóvenes que son miembros de grupos históricamente marginados en comunidades con pocos recursos.
Por otro lado, enmarcar a los jóvenes que son miembros de grupos subrepresentados únicamente como productos de la opresión socava su agencia y el poder de la acción colectiva.
Puede ser posible promover el desarrollo del carácter de una manera contextualmente relevante y culturalmente fundamentada a través de un enfoque de acción transdisciplinario y participativo.
Participamos en este trabajo en tres fases: especificación de objetivos; identificación del modelo lógico; y desarrollo y prueba de intervenciones. Las lecciones aprendidas incluyeron la necesidad de generar confianza intensamente e identificar las limitaciones en el alcance y la capacidad.
En general, un enfoque de acción participativa transdisciplinaria es una estrategia prometedora para superar el sesgo existente en la investigación del desarrollo de la virtud y aprovechar la psicología positiva para abordar las disparidades de salud.
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