Autor/autores:
Julia C. Lemos y Veronica A. Alvarez
Intuitivamente, sabemos que los estímulos ambientales más destacados, incluso cuando son estresantes, pueden desencadenar un estado interno de urgencia que enfoca nuestra atención, nos motiva a trabajar más, nos alienta a explorar nuevos espacios o personas y nos ayuda a alcanzar objetivos específicos. A pesar de sus beneficios conocidos, los mecanismos neurale...
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Intuitivamente, sabemos que los estímulos ambientales más destacados, incluso cuando son estresantes, pueden desencadenar un estado interno de urgencia que enfoca nuestra atención, nos motiva a trabajar más, nos alienta a explorar nuevos espacios o personas y nos ayuda a alcanzar objetivos específicos.
A pesar de sus beneficios conocidos, los mecanismos neurales que subyacen a estas cualidades motivacionales positivas del estrés agudo siguen siendo poco conocidos. En los últimos 10 años, ha surgido evidencia que apunta a un nuevo papel para el neuropéptido factor liberador de corticotropina (CRF). El CRF es un neuropéptido asociado al estrés bien estudiado.
Existe una rica literatura que demuestra sustratos neuronales de movilización de energía evocada por CRF, miedo y ansiedad. Sin embargo, cuando se actúa en el núcleo accumbens (NAc), se ha demostrado que CRF promueve comportamientos exploratorios y vigorización para la recompensa.
Sin embargo, no se conocían los mecanismos celulares que median estas acciones motivacionales positivas de CRF en la NAc.
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