Prevención del suicidio y trastornos de la personalidad: claves clínicas para el abordaje terapéutico
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Fecha de publicación: 03/10/2025
Artículo revisado por nuestra redacción
El suicidio sigue siendo uno de los principales problemas de salud pública a nivel global. Su prevención requiere una atención clínica especializada, con un abordaje que contemple tanto los factores de riesgo como la complejidad de los trastornos de la personalidad, muy vinculados a las conductas autolíticas. Un reto de salud pública crecienteLa Organizac...
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El suicidio sigue siendo uno de los principales problemas de salud pública a nivel global. Su prevención requiere una atención clínica especializada, con un abordaje que contemple tanto los factores de riesgo como la complejidad de los trastornos de la personalidad, muy vinculados a las conductas autolíticas.
Un reto de salud pública creciente
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año más de 700.000 personas mueren por suicidio en el mundo. En España, los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE, 2022) registraron 4.097 muertes, la cifra más alta desde que existen registros.
Estos números reflejan la urgencia de implementar estrategias preventivas eficaces que integren la psicología clínica, la psiquiatría y la intervención comunitaria.
La detección temprana, la evaluación integral y el acceso a un tratamiento especializado son factores determinantes para reducir el riesgo.
Trastornos de la personalidad y riesgo suicida
Los trastornos de la personalidad, en especial el trastorno límite (TLP), presentan una fuerte asociación con conductas autolesivas e intentos de suicidio. Se calcula que hasta el 80% de las personas con TLP han realizado al menos un intento, y alrededor del 10% fallece por esta causa.
La psicoterapia es actualmente la intervención más validada. Modalidades como la Terapia Dialéctico Conductual (DBT) o las intervenciones basadas en la mentalización han mostrado eficacia en la reducción de conductas suicidas.
Asimismo, enfoques de orientación psicoanalítica permiten explorar los conflictos internos y dar sentido al sufrimiento subjetivo, complementando la intervención clínica.
La práctica clínica aplicada
La prevención del suicidio exige un abordaje flexible y multidisciplinar, que combine intervenciones en crisis con tratamientos de más largo recorrido. En este sentido, lacoordinación entre psicólogos clínicos, especialistas en psicoanálisis y profesionales con experiencia en conductas autolíticas resulta esencial.
En Zaragoza, un ejemplo lo representa el gabinete Psicólogos Zaragoza, donde trabajan especialistas con trayectorias complementarias. Entre ellos se encuentran Concha Ramo Cervera, psicóloga clínica con experiencia en la evaluación y tratamiento de trastornos emocionales; Pedro Gras Castellón, psicoanalista y miembro de la Escuela Lacaniana de
Psicoanálisis; y Luis Roser Rodríguez, experto en prevención integral del suicidio y en trastornos de personalidad.
La presencia de perfiles distintos dentro de un mismo equipo permite abordar el sufrimiento psíquico desde diferentes ángulos, facilitando intervenciones ajustadas a la singularidad de cada paciente.
Más allá de la consulta:la dimensión comunitaria
El trabajo clínico se potencia cuando se combina con la sensibilización social y la colaboración con asociaciones y entidades locales. Estas iniciativas permiten llegar a personas en situación de vulnerabilidad, reduciendo el estigma y favoreciendo la
búsqueda de ayuda.
En este sentido, Psicólogos Zaragoza colabora en actividades de prevención y apoyo comunitario, contribuyendo a reforzar la red asistencial en salud mental en Aragón.
Conclusión
El suicidio y los trastornos de la personalidad plantean un reto clínico de gran complejidad que exige un trabajo especializado, riguroso y coordinado. La combinación de psicoterapia validada, enfoques psicodinámicos y estrategias comunitarias constituye la vía más efectiva para reducir el riesgo y aportar un acompañamiento más humano a quienes atraviesan situaciones de vulnerabilidad.
