Los adultos y jóvenes con trastornos somatomorfos y síntomas somáticos informan retrospectivamente de altas tasas de abuso sexual. Nuestro objetivo fue evaluar los síntomas somáticos en los jóvenes después de una agresión sexual y documentar los vínculos con las características de la agresión, con la psicopatología...
Los adultos y jóvenes con trastornos somatomorfos y síntomas somáticos informan retrospectivamente de altas tasas de abuso sexual. Nuestro objetivo fue evaluar los síntomas somáticos en los jóvenes después de una agresión sexual y documentar los vínculos con las características de la agresión, con la psicopatología y con el deterioro funcional relacionado.
Este fue un estudio de cohorte prospectivo de adolescentes atendidos en clínicas especializadas en Londres en las primeras 6 semanas después de una agresión sexual y en el seguimiento de 4 a 5 meses. Preguntamos acerca de los síntomas somáticos (dolores de cabeza, dolor abdominal y malestar) antes y después de la agresión, y evaluamos los trastornos psiquiátricos y el deterioro funcional en el seguimiento utilizando escalas validadas. Se obtuvo información sobre 94 mujeres (edad media 15, 6, DE 1, 3).
Hubo un aumento estadísticamente significativo en el número de adolescentes que informaron síntomas somáticos a los 4-5 meses de seguimiento (65/94, 69%) (p = 0, 035), en comparación con las tasas estimadas antes de la agresión (52/94, 55 %) y un aumento significativo de los síntomas somáticos en el seguimiento entre las víctimas de abuso sexual violento (p <. 001).
Los sujetos con síntomas somáticos en el seguimiento tenían tasas significativamente más altas de trastornos psiquiátricos, especialmente trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de pánico y trastornos depresivos mayores, así como un funcionamiento psicosocial más bajo (p <0, 01), que aquellos sin síntomas somáticos.
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