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Autor/autores:
Daniel Freeman.
Un espectro de la severidad de la paranoia (pensamientos infundados de que los demás tienen la intención deliberada de causar daño) existe dentro de la población general. Esto no es sorprendente: decidir si confiar o desconfiar es un aspecto vital de la cognición humana, pero el juicio preciso de las intenciones de los demás es un reto. La forma más severa de la paranoia son los delirios de persecución, cuando las ideas se llevan a cabo con una fuerte convicción. En este trabajo se presenta una síntesis de un enfoque cognitivo que está siendo trasladado al tratamiento para este problema psiquiátrico mayor. Los delirios de persecución son vistos como creencias de amenazas, desarrollado en el contexto de riesgo genéticos y ambientales, y mantenidos por varios procesos psicológicos incluyendo la preocupación excesiva, la baja autoestima, la intolerancia de la ansiedad y otras experiencias anómalas internas, sesgos de razonamiento, y el uso de estrategias de búsqueda de seguridad. La implicación clínica es que la seguridad tiene que volver a aprenderse, mediante la introducción de situaciones temidas después de la reducción de la influencia de los factores de mantenimiento. Un área apasionante de desarrollo será una ciencia de la intervención clínica de cómo mejorar el aprendizaje de seguridad para contrarrestar la paranoia.
The Lancet Psychiatry