El papel del temperamento infantil en la relación entre el entorno familiar y las experiencias psicóticas atenuadas en la adolescencia temprana

Antecedentes

Las experiencias de tipo psicótico (PLEs, por sus siglas en inglés) durante la adolescencia temprana representan manifestaciones subclínicas que, en algunos casos, pueden preceder el desarrollo de trastornos psicóticos en etapas posteriores de la vida.

Diversas investigaciones han demostrado que los factores ambientales, en particular el entorno familiar, desempeñan un papel crucial en la vulnerabilidad psicopatológica. Sin embargo, los mecanismos intermedios que vinculan las dinámicas familiares con la aparición de PLEs aún no están completamente comprendidos. Este estudio analizó si el temperamento infantil actúa como mediador entre el entorno familiar y la aparición de PLEs, proponiendo un modelo integrador de interacciones entre factores emocionales, cognitivos y ambientales.

Métodos

Se utilizaron datos del estudio longitudinal Adolescent Brain Cognitive Development (ABCD), uno de los mayores proyectos internacionales sobre desarrollo cerebral y salud mental infantil.

Las medidas del entorno familiar se obtuvieron de la evaluación basal, mientras que las de temperamento y PLEs se recogieron dos años después. Se analizaron tres variables del entorno familiar:

1. Supervisión parental.

2. Aceptación parental.

3. conflicto familiar.

Asimismo, se consideraron cuatro dimensiones temperamentales: control ejecutivo, afecto negativo, asocialidad y atención focalizada.

Para explorar las relaciones entre estas variables, se construyó un Modelo de Ecuaciones Estructurales (SEM) que permitió evaluar la mediación del temperamento en el vínculo entre entorno familiar y PLEs.

Resultados

El análisis SEM mostró que el control ejecutivo y la atención focalizada mediaron parcialmente la relación entre el entorno familiar y las PLEs.

En particular, una mayor supervisión y aceptación parental se asociaron con mejor control ejecutivo y atención focalizada, lo que a su vez se relacionó con menores niveles de experiencias psicóticas angustiantes.

Además, las variables familiares (supervisión, aceptación y conflicto) mantuvieron efectos directos significativos sobre las PLEs, indicando que la calidad del entorno familiar influye de manera independiente en la aparición de estos síntomas.

Conclusiones

Los resultados sugieren que el temperamento infantil, especialmente las capacidades de control ejecutivo y atención sostenida, media parcialmente la relación entre el entorno familiar y el riesgo de desarrollar PLEs.

Aunque el diseño del estudio no permite establecer causalidad, los hallazgos apuntan a que entornos familiares cálidos, estructurados y con buena comunicación pueden potenciar las habilidades autorregulatorias del niño, reduciendo así la probabilidad de manifestaciones psicóticas tempranas.

En consecuencia, las intervenciones orientadas a mejorar la dinámica familiar y a fortalecer los rasgos temperamentales positivos podrían ser estrategias preventivas eficaces para disminuir el riesgo de psicosis en la adolescencia.

Resumen modificado por Cibermedicina

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