El cerebro humano es el de mayor capacidad cognitiva de los cerebros de los mamíferos, dotado como está de una corteza cerebral sobredesarrollada que, al mismo tiempo, lo hace vulnerable a los trastornos mentales.
La esquizofrenia es la expresión de la desregulación de la actividad neuronal de las regiones corticales y subcorticales debido a modificaciones en los niveles de los diversos neurotransmisores, especialmente de la dopamina, con una relación recíproca e íntima entre genes con factores ambientales y psicosociales.
Si el sistema dopaminérgico aumenta, la función de la corteza prefrontal se reducirá: esta es la razón principal de la disrupción social, laboral y familiar.
El presente artículo describe la función del cerebro en la esquizofrenia y su relación con los cambios anatómicos, fisiológicos y genéticos, además de identificar, factores psicosociales y familiares que pueden ser determinantes en la funcionalidad del paciente.
Se realizó una revisión de la bibliografía nacional e internacional teniendo en cuenta las siguientes variables: funcionamiento a nivel cerebral; funcionamiento psicosocial, funcionamiento familiar, discapacidad y funcionalidad en personas con esquizofrenia.
Debido a la variedad de los temas incluidos en esta revisión, se puede concluir que la esquizofrenia es el producto de un conjunto complejo de síntomas, déficits y discapacidades.
Se identificó que existe una confluencia recíproca de diversos factores genéticos, psicosociales, familiares, ambientales, educativos y sociales que afectan la funcionalidad de las personas con este trastorno.
Esto último obliga a estudiar al paciente teniendo en cuenta todos estos componentes de forma integral.
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