El modelo de autodesorden ofrece una forma unificadora de conceptualizar los síntomas altamente diversos de la esquizofrenia (positivos, negativos, desorganizados), de capturar su singular rareza y de concebir su desarrollo longitudinal. Estos síntomas son vistos como manifestaciones diferentes de un trastorno subyacente de ipseidad o núcleo-yo: hiperreflexividad / autopresenc...
El modelo de autodesorden ofrece una forma unificadora de conceptualizar los síntomas altamente diversos de la esquizofrenia (positivos, negativos, desorganizados), de capturar su singular rareza y de concebir su desarrollo longitudinal. Estos síntomas son vistos como manifestaciones diferentes de un trastorno subyacente de ipseidad o núcleo-yo: hiperreflexividad / autopresencia disminuida con perturbaciones asociadas de "agarre" o "retención" de la realidad. La revisión reciente de esta teoría fenomenológica, en particular distinguiendo factores primarios vs secundarios, ofrece un modelo bio-feno-social que es consistente con hallazgos empíricos recientes y ofrece varias ventajas: (1) Ayuda a explicar las variaciones temporales de los síntomas o síndrome, incluida la progresión longitudinal, pero también la variabilidad a corto plazo, situacionalmente reactiva y, a veces defensiva o cuasi intencional, de la expresión de síntomas que puede ocurrir en la esquizofrenia (compatible con la comprensión de algunos aspectos de la inestabilidad de la ipseidad como dinámica y mutable, actitudes cambiantes o orientaciones experienciales). (2) Se adapta a la superposición de algunos síntomas esquizofrénicos clave con ciertas afecciones no esquizofrénicas que implican la disociación (despersonalización, desrealización), incluido el trastorno de despersonalización y el trastorno de pánico, reconociendo así los síntomas compartidos y distintivos. (3) Integra hallazgos neurocognitivos y neurobiológicos recientes, así como psicosociales (p. Ej., Influencia del trauma y la cultura) en un recuento neuropsicológico coherente pero multifactorial. Un modelo adecuado de esquizofrenia postulará perturbaciones compartidas de las experiencias del yo central que, sin embargo, pueden seguir varias vías distintas y aparecer en diversas formas. Tal modelo es preferible a las alternativas unidimensionales, ya sean de esquizofrenia o inestabilidad, dada su capacidad para dar cuenta de las anomalías distintivas pero neurocognitivas que se encuentran en la investigación sobre la esquizofrenia, y para integrarlas con hallazgos psicosociales y neurobiológicos recientes.
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