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no de los puntos destacados de la que se ha dado en llamar “Ley Rhodes” es, como destaca Pilar Araque Conde en Público, la prohibición de la aplicación del “falso” síndrome de Alienación Parental (SAP), definida como “una teoría acientífica que se utiliza en procesos de separación para retirar la custodia de los hijos a las madres”.Frente a esta postura oficial, José Guerra González en Noticias Jurídicas, razona y aporta que “desde el punto de vista del profesional que vive diariamente casos de alienación parental en sus distintos niveles es incomprensible el debate que provoca este abuso incontestable hacia los menores, por ejemplo, cuestionándose su denominación o, incluso, su misma existencia”. El autor señala que el “debate perturbador” sobre la existencia de este llamado “síndrome” tenía como efectos el entorpecimiento del avance en su prevención y tratamiento, pero que el proyecto de Ley, “al límite de lo absurdo -y por demás irresponsable- (…) en lugar de intentar cerrar esta puerta, y así proteger a menores y sus familias, lo que consagra es lo contrario: exonera a los abusadores y discrimina e invisibiliza a las víctimas”.