Los niveles moderados a altos de actividad física regular pueden ayudar a retrasar el deterioro cognitivo en los adultos mayores con concentraciones de tau total más altas y, en menor medida, más bajas, sugiere una nueva investigación.
El autor principal Pankaja Desai, PhD, profesor asistente, Instituto Rush para el Envejecimiento Saludable, Chicago, Illinois, dijo a Medscape Medical News que el examen de tau total en sangre es un área de interés relativamente nueva en el campo.
"Se han realizado investigaciones limitadas para comprender las relaciones entre tau total, actividad física y función cognitiva", dijo Desai.
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"Nuestros hallazgos pueden respaldar el uso de biomarcadores sanguíneos para desarrollar aún más los perfiles de riesgo y pueden brindar la oportunidad de intervenir temprano", agregó.
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El estudio incluyó a 1159 participantes (edad media, 77, 4 años; 63% mujeres; 60% negros) en el Proyecto de Salud y Envejecimiento de Chicago (CHAP) longitudinal y basado en la población.
Como parte del estudio en curso, los datos relevantes, incluidos los niveles de actividad física autoinformados, las concentraciones séricas totales de tau y los resultados de las pruebas de función cognitiva estándar, se recopilan cada 3 años.
La actividad media se definió como participar en menos de 150 minutos de actividad física por semana. La actividad alta se definió como realizar 150 minutos o más de actividad física por semana.
Entre todos los participantes, 400 (35%) informaron participar en un nivel medio de actividad física y 402 (35%) participaron en un nivel alto de actividad. Además, 357 (31%) informaron que realizaban poca actividad física.
Entre los individuos con concentraciones bajas de tau total (≤0, 40 pg / ml), los puntajes de función cognitiva global iniciales fueron un 47% más altos entre aquellos con actividad física media y un 41% más altos para aquellos con actividad física alta en comparación con compañeros con poca actividad física.
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