En los últimos 100 años los científicos han progresado mucho en las investigaciones sobre la depresión y se han desarrollado muchos tratamientos antidepresivos, entre los cuales los más comunes son los fármacos y/o la psicoterapia. Sin embargo, los tratamientos disponibles están limitados por las bajas tasas de eficacia, el estigma ligado a la enfermedad mental y su tratamiento, el incumplimiento terapéutico y los efectos secundarios no deseados.
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